Guia de Viaje por Bruselas: Historia, Arte y Cerveza en un Solo Recorrido
Bruselas es una ciudad donde la historia y la arquitectura se encuentran en cada rincón. Su legado religioso y artístico se refleja en monumentos como la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, con su imponente estilo gótico y vitrales centenarios, o la elegante Eglise Notre-Dame du Sablon, famosa por sus impresionantes vidrieras. La Eglise Saint-Nicolas, la Eglise Notre-Dame-de-la-Chapelle y la Chapelle de la Madeleine son solo algunas de las iglesias que añaden un aire solemne y pintoresco al centro de la ciudad. En el corazón de Bruselas, la Grand Place deslumbra con su riqueza ornamental, rodeada de edificios históricos como el Hotel de Ville y la Maison du Roi, donde el esplendor del pasado sigue vivo entre sus fachadas doradas y calles adoquinadas.
Más allá de su arquitectura, Bruselas es sinónimo de tradición cervecera. En tabernas icónicas como Moeder Lambic Fontainas, Poechenellekelder y A la Mort Subite, se pueden degustar algunas de las mejores cervezas artesanales de Bélgica. Espacios legendarios como Delirium Café sorprenden con su extensa variedad, mientras que lugares con encanto como A la Becasse y Bier Circus mantienen viva la esencia de las cervecerías históricas. Ya sea en una plaza animada o en una taberna tradicional, la cultura de Bélgica se disfruta en cada sorbo y en cada rincón de esta fascinante ciudad.
Guía Turística Bruselas: Historia, Arte y Cerveza en un Solo Recorrido
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Audioguía Bruselas: Historia, Arte y Cerveza en un Solo Recorrido
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Que ver en la Ruta de Viaje por «Bruselas: Historia, Arte y Cerveza en un Solo Recorrido»
Grand Place (Grand Square)
La Gran Plaza de Bruselas, también conocida como el Gran Mercado, es uno de los lugares más emblemáticos y fotografiados de la ciudad, y su belleza no deja indiferente a quienes la visitan. Considerada por muchos como una de las plazas más impresionantes de Europa, si no del mundo, esta plaza ha sido el centro histórico de Bruselas desde el siglo XII. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Gran Plaza está rodeada de magníficos edificios que representan la prosperidad de la ciudad a lo largo de los siglos.
El centro de la plaza está dominado por el imponente Ayuntamiento, una obra maestra del gótico flamígero que data del siglo XV. La Casa del Rey, que actualmente alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas, se encuentra justo frente al Ayuntamiento y refleja el estilo neogótico. Junto a estos edificios, varias casas gremiales adornan la plaza, cada una con detalles dorados que hablan de la importancia de los gremios que una vez residieron allí, como los cerveceros, merceros y panaderos.
La historia de la plaza es rica en eventos significativos. Fue escenario de la ejecución de mártires protestantes en la Edad Media, y más tarde fue testigo de la gran destrucción durante el bombardeo francés de 1695, cuando muchas de las casas que rodean la plaza fueron arrasadas. Sin embargo, la plaza fue restaurada con esmero y hoy en día conserva una mezcla de esplendor medieval y barroco.
Además de su histórica belleza, la plaza es el centro de celebraciones y eventos en Bruselas. Cada dos años, en agosto, se celebra el famoso «Tapis de Fleurs» (Alfombra de Flores), un evento que cubre la plaza con más de 500.000 begonias. Durante el verano, la plaza también acoge la procesión medieval de Ommegang, que revive la tradición de hace siglos. Y en Navidad, la plaza se llena de luces y decoraciones para recibir la temporada festiva, con un árbol de Navidad que atrae a miles de visitantes.
Si visitas la Gran Plaza, te recomendamos que lo hagas tanto de día como de noche, para admirar la intrincada arquitectura de los edificios bajo la luz del sol y luego regresar para ver cómo la plaza se ilumina mágicamente después del anochecer, a menudo acompañada de un espectáculo de luz y sonido.
L’Arbre d’Or / Le Cygne / L’Etoile
Al caminar por la Grand Place de Bruselas, tres edificios destacan por su arquitectura barroca y su rica historia: la Maison de l’Arbre d’Or, la Maison du Cygne y la Maison de l’Étoile. La Maison de l’Arbre d’Or, también conocida como la Casa de los Cerveceros, se erige en el número 10 de la plaza. Construida en 1698, esta casa fue diseñada por el arquitecto Guillaume de Bruyn y es la única en la plaza que aún pertenece a una corporación gremial, en este caso, la de los cerveceros. La fachada está adornada con esculturas de Marc de Vos y Pierre van Dievoet, y coronada por una estatua ecuestre de Charles de Lorraine, gobernador de los Países Bajos Austriacos en el siglo XVIII. Actualmente, alberga el Museo de la Cerveza Belga, donde los visitantes pueden aprender sobre la tradición cervecera del país.
A la derecha de la Maison de l’Arbre d’Or se encuentra la Maison du Cygne, o Casa del Cisne. Este edificio, también construido en 1698, fue diseñado por el arquitecto-sculpteur Corneille van Nerven para el financiero Pierre Fariseau. Originalmente una posada, en 1720 fue adquirida por la corporación de los carniceros, quienes modificaron la parte superior del edificio. Es notable por su fachada ornamentada y su estatua de un cisne, símbolo de la corporación. En el siglo XIX, Karl Marx residió en Bruselas y escribió parte del Manifiesto Comunista en este edificio. Hoy en día, la Maison du Cygne funciona como un restaurante de alta gama, ofreciendo a los comensales una experiencia culinaria en un entorno histórico.
Finalmente, la Maison de l’Étoile, o Casa de la Estrella, se encuentra en el número 11 de la Grand Place. Construida entre 1695 y 1696, fue la residencia del Amman, el magistrado de la ciudad. En 1853, el edificio original fue demolido para permitir el paso de un tranvía tirado por caballos. Posteriormente, en 1896-1897, fue reconstruido por el arquitecto Adolphe Samyn, quien reemplazó la planta baja por una columnata, convirtiéndola en un anexo de la Maison de l’Arbre d’Or. La calle adyacente fue renombrada en honor al alcalde de Bruselas, Charles Buls, y una placa conmemorativa se encuentra en el pasaje bajo la casa.
Estos tres edificios no solo embellecen la Grand Place con su arquitectura barroca, sino que también son testigos de la evolución social y cultural de Bruselas a lo largo de los siglos.
House of the Dukes of Brabant
La Casa de los Duques de Brabante, conocida en francés como «Maison des Ducs de Brabant», es una destacada edificación situada en la Grand Place de Bruselas, una de las plazas más emblemáticas de la ciudad. Esta estructura es el resultado de la unión de siete casas gremiales, cada una con su propia historia y función, que fueron combinadas bajo una fachada monumental diseñada por el arquitecto Guillaume de Bruyn entre 1697 y 1698.
La fachada de la Casa de los Duques de Brabante es un ejemplo sobresaliente del estilo barroco flamenco, caracterizado por sus líneas elegantes, detalles ornamentales y una disposición simétrica que refleja la riqueza y el poder de la ciudad en esa época. Los bustos de los duques de Brabante, que adornan los pilastras de la fachada, rinden homenaje a la nobleza que gobernó la región, subrayando la importancia histórica de la familia ducal en la formación y desarrollo de Bruselas.
La Casa de los Duques de Brabante se erige en el lado este de la Grand Place, una plaza que ha sido el corazón de Bruselas desde la Edad Media. La Grand Place es conocida por su arquitectura impresionante, que incluye una mezcla de casas gremiales, el Ayuntamiento y la Casa del Rey, todos ellos reconstruidos después de la destrucción causada por el bombardeo francés de 1695. La Casa de los Duques de Brabante, con su fachada restaurada, contribuye al esplendor arquitectónico de la plaza, que ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Hoy en día, la Casa de los Duques de Brabante alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas, conocido como «La Maison du Roi» o «La Casa del Rey». Este museo ofrece una visión profunda de la historia de la ciudad, exhibiendo una colección de arte y artefactos que narran la evolución de Bruselas desde sus orígenes hasta la actualidad. La Casa del Rey, a pesar de su nombre, nunca fue residencia real; su denominación se debe a la asociación histórica con los duques de Brabante, quienes gobernaron la región en el pasado.
La Casa de los Duques de Brabante no solo es un testimonio de la historia arquitectónica de Bruselas, sino también un reflejo de la riqueza cultural y social de la ciudad. Su ubicación en la Grand Place, rodeada de otras edificaciones históricas, la convierte en un punto de interés esencial para comprender la evolución de Bruselas como centro político, económico y cultural en Europa.
Le Pigeon / La Chaloupe d’Or
Ubicado en el corazón de Bruselas, en la emblemática Grand Place, se encuentran dos restaurantes históricos que han sido testigos de la evolución culinaria de la ciudad: Le Pigeon y La Chaloupe d’Or.
Le Pigeon, situado en el número 26-27 de la Grand Place, es un establecimiento que data del siglo XIX. Durante una parte de su exilio en 1852, el escritor francés Victor Hugo residió en este lugar, que en ese entonces servía como una especie de gremio de artistas. Este restaurante es reconocido por su cocina tradicional francesa, ofreciendo platos clásicos en un ambiente que conserva la esencia de la época. Su interior, con mesas dispuestas de manera acogedora y un servicio que rememora tiempos pasados, proporciona una experiencia culinaria que transporta a los comensales a otra era.
Por otro lado, La Chaloupe d’Or, también ubicada en la Grand Place, es una brasserie belga que ha sido parte integral de la vida social y cultural de Bruselas. Este restaurante ha mantenido su relevancia a lo largo de los años, ofreciendo una variedad de platos típicos de la gastronomía belga en un entorno que refleja la historia de la ciudad. Con tres plantas que ofrecen distintos ambientes, La Chaloupe d’Or es un lugar ideal para disfrutar de la cocina local mientras se aprecia la majestuosidad de la Grand Place.
Ambos restaurantes no solo ofrecen una experiencia gastronómica, sino que también permiten a los visitantes sumergirse en la rica historia de Bruselas, siendo testigos de momentos significativos y ofreciendo una ventana al pasado de la ciudad.
King’s House / Brussels City Museum
Bienvenidos a la Maison du Roi, también conocida como Broodhuis, que significa Casa del Pan en neerlandés. Este impresionante edificio, ubicado en el corazón de la Grand-Place de Bruselas, alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas y es uno de los monumentos más representativos de la ciudad. La Maison du Roi fue construida en 1536 por orden del Duque de Brabante, quien más tarde sería el emperador Carlos V, para servir como sede administrativa y residencia del gobernador de Bruselas. A pesar de su nombre, Maison du Roi nunca fue residencia de un rey, y su nombre hace referencia a la relación histórica del edificio con los Duques de Brabante. En su origen, el edificio fue un mercado cubierto dedicado a los panaderos de Bruselas, lo que le dio su nombre de Broodhuis.
A lo largo de los siglos, el edificio ha experimentado diversas transformaciones. Fue destruido en 1695 durante el bombardeo francés y reconstruido en estilo neogótico en el siglo XIX bajo la dirección del arquitecto Victor Jamaer. Su fachada, adornada con estatuas, gárgolas y detalles ornamentales, es un magnífico ejemplo de la opulencia arquitectónica de la época.
El Museo de la Ciudad de Bruselas, inaugurado en 1887, ocupa este emblemático edificio y alberga una vasta colección que abarca desde la Edad Media hasta el siglo XXI. Entre las piezas más destacadas se encuentran pinturas, tapices, modelos, esculturas y una famosa colección de trajes del Manneken Pis, que incluyen más de 600 trajes de diferentes partes del mundo. Además, la Maison du Roi alberga una estatua de Carlos V en su torre central, dando la bienvenida a todos los que visitan este icónico edificio.
La Maison du Roi se encuentra justo enfrente del Ayuntamiento de Bruselas, formando una simetría arquitectónica con este y resaltando la grandeza de la Grand-Place. Este museo no solo es un reflejo de la historia de Bruselas, sino también un testimonio del crecimiento y la evolución de la ciudad. Disfruta de tu visita a la Maison du Roi, un lugar donde el pasado y el presente de Bruselas se entrelazan, ofreciendo una experiencia única para explorar su rica herencia cultural.
Le Roy d’Espagne
Ubicado en el número 1 de la Grand Place de Bruselas, Le Roy d’Espagne es una brasserie histórica que ofrece una experiencia culinaria belga auténtica en un entorno medieval.
Este emblemático establecimiento se erige en el sitio de la residencia de la familia Serhuyghs, una de las siete familias nobles de Bruselas.
Construido en 1697, tras la reconstrucción de la plaza después del bombardeo francés de 1695, el edificio destaca por su fachada ornamentada y su ubicación privilegiada.
El nombre «Le Roy d’Espagne» se debe al busto de Carlos II, rey de España y soberano de Flandes en el momento de la construcción, que adorna la fachada del segundo piso.
Hoy en día, Le Roy d’Espagne es reconocido por su amplia selección de cervezas belgas y platos tradicionales, ofreciendo a los visitantes una vista excepcional de la Grand Place y el Ayuntamiento de Bruselas.
La brasserie mantiene una atmósfera cálida y típica de Bruselas, siendo un lugar ideal para disfrutar de la gastronomía local en un entorno histórico.
Sin embargo, algunos visitantes han señalado que los precios son elevados y que el servicio puede ser lento en ocasiones.
A pesar de estas críticas, la ubicación y la experiencia única que ofrece Le Roy d’Espagne lo convierten en un destino popular para quienes visitan Bruselas.
Le Renard / Le Cornet
Al caminar por la Grand Place de Bruselas, dos edificios destacan por su arquitectura barroca y su rica historia: la Maison du Renard y la Maison du Cornet. La Maison du Renard, o Casa del Zorro, se encuentra en el número 7 de la plaza. Construida en 1699, esta casa gremial fue la sede de la corporación de los camiseros desde el siglo XV. Su fachada está adornada con esculturas de Marc de Vos y Pierre van Dievoet, y una estatua de un zorro se erige sobre la puerta, simbolizando la astucia y la destreza de los artesanos que trabajaban en la confección de camisas. La Maison du Renard es reconocida por su elegante diseño y su contribución al patrimonio arquitectónico de Bruselas.
A la izquierda de la Maison du Renard se encuentra la Maison du Cornet, o Casa del Cuerno, en el número 6 de la Grand Place. Construida entre 1641 y 1645, esta casa gremial fue la sede de la corporación de los barqueros. Su fachada presenta un frontón en forma de fragata, imitando la popa de un galeón, y está adornada con esculturas que representan escenas relacionadas con la navegación y el comercio fluvial. La Maison du Cornet es un ejemplo destacado de la arquitectura barroca en Bruselas y refleja la importancia histórica del comercio fluvial en la ciudad.
Estos dos edificios no solo embellecen la Grand Place con su arquitectura, sino que también son testigos de la evolución social y económica de Bruselas a lo largo de los siglos. La Maison du Renard y la Maison du Cornet representan la riqueza histórica de la ciudad y su diversidad de gremios y corporaciones que han contribuido a su desarrollo.
Eglise Saint-Nicolas (St. Nicholas Church)
La Église Saint-Nicolas, o Iglesia de San Nicolás, es una de las iglesias más emblemáticas y antiguas de Bruselas, con una historia que se remonta al siglo XII. Esta iglesia, dedicada a San Nicolás, el santo patrón de los marineros y conocido por inspirar la figura de Papá Noel, es un testimonio de la evolución religiosa y arquitectónica de la ciudad a lo largo de los siglos.
El edificio original de la iglesia fue construido en 1127, pero a lo largo de los años ha sido renovado y modificado en diversas ocasiones. Durante el siglo XIV, la iglesia fue transformada con un estilo gótico, y la torre del campanario fue añadida, convirtiéndose en un punto de referencia visible desde muchos puntos de la ciudad. Sin embargo, el campanario original se derrumbó en 1714 durante una tormenta, causando la muerte de un hombre y un cerdo, lo que dejó una huella significativa en la historia del lugar.
La iglesia se sometió a una restauración importante en la década de 1950, y su estructura gótica fue cuidadosamente restaurada, aunque algunos elementos románicos del edificio original aún son visibles. La iglesia está decorada con hermosas obras de arte, incluyendo una pintura de la Virgen y el Niño atribuida al famoso pintor flamenco Rubens. Además, alberga una reliquia histórica: un fragmento de un cañón incrustado en una columna, que es un vestigio del bombardeo francés de 1695.
En su interior, la iglesia alberga valiosas piezas artísticas, como el altar mayor, dedicado a San Nicolás, y un espléndido santuario-relicario de cobre dorado, creado en Alemania en el siglo XIX para honrar a los católicos martirizados en 1572 en Gorinchem, Países Bajos. La iglesia también cuenta con una serie de vitrales que representan escenas religiosas, complementando su atmósfera solemne y devota.
A lo largo de los siglos, la Église Saint-Nicolas ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ceremonias importantes, incluyendo bodas, procesiones y misas religiosas. Además de su importancia religiosa, la iglesia sigue siendo un importante símbolo cultural en Bruselas. En el siglo XIX, fue el centro de la vida religiosa de la ciudad, y hoy continúa siendo un lugar de culto activo, donde los fieles y los turistas se reúnen para admirar su arquitectura y su arte.
La iglesia se encuentra en el distrito de la Bourse, una zona histórica de la ciudad, y su cercanía a la Bolsa de Valores y otras instituciones hace que sea un lugar central tanto para la vida religiosa como para la vida social de Bruselas. Su historia rica y su arquitectura imponente la convierten en un destino imperdible para aquellos que desean conocer más sobre el patrimonio cultural y religioso de la ciudad.
A la Becasse
À la Bécasse, ubicada en la Rue de Tabora 11, 1000 Bruselas, es una de las tabernas más antiguas y emblemáticas de la ciudad, con una historia que se remonta a 1877.
Este establecimiento ofrece una amplia selección de cervezas belgas, incluyendo variedades de Lambic, y es reconocido por su ambiente acogedor y auténtico, con una decoración que refleja la tradición cervecera de Bruselas.
La taberna está situada a pocos pasos de la Grand Place y cerca de la Bolsa de Bruselas, lo que la convierte en un punto de encuentro ideal para locales y turistas.
Además de su oferta cervecera, À la Bécasse es conocida por su ambiente rústico y su historia centenaria, siendo un lugar emblemático para disfrutar de la cultura cervecera belga en un entorno tradicional.
L’Imaige Nostre-Dame
L’Imaige Nostre-Dame es una taberna histórica ubicada en el corazón de Bruselas, en el Impasse des Cadeaux, cerca de la iglesia de San Nicolás y la Bolsa de Bruselas. Este establecimiento, que data de 1900, ofrece una experiencia auténtica de la cultura cervecera belga.
La taberna es conocida por su ambiente acogedor y su decoración rústica, que incluye muebles de madera y un bar tradicional. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una amplia selección de cervezas belgas, incluyendo variedades de Lambic, en un entorno que refleja la tradición cervecera de Bruselas.
Además de su oferta cervecera, L’Imaige Nostre-Dame es famosa por su ubicación en un callejón pintoresco, lo que le otorga un carácter único y la convierte en un lugar ideal para sumergirse en la vida local de Bruselas.
El horario de apertura es de lunes a domingo, desde las 11:00 hasta la medianoche.
Visitar L’Imaige Nostre-Dame es una oportunidad para experimentar la auténtica hospitalidad belga y disfrutar de una amplia variedad de cervezas en un ambiente que ha resistido la prueba del tiempo.
Au Bon Vieux Temps
Au Bon Vieux Temps, ubicada en la Impasse Saint-Nicolas 4, 1000 Bruselas, es una de las tabernas más antiguas y emblemáticas de la ciudad, con una historia que se remonta a 1695.
Este establecimiento ofrece una amplia selección de cervezas belgas, incluyendo variedades de Lambic, y es reconocido por su ambiente acogedor y auténtico, con una decoración que refleja la tradición cervecera de Bruselas.
La taberna está situada a pocos pasos de la Grand Place y cerca de la Bolsa de Bruselas, lo que la convierte en un punto de encuentro ideal para locales y turistas.
Además de su oferta cervecera, Au Bon Vieux Temps es conocida por su ambiente rústico y su historia centenaria, siendo un lugar emblemático para disfrutar de la cultura cervecera belga en un entorno tradicional.
El horario de apertura es de lunes a domingo, desde las 11:00 hasta la medianoche.
Visitar Au Bon Vieux Temps es una oportunidad para experimentar la auténtica hospitalidad belga y disfrutar de una amplia variedad de cervezas en un ambiente que ha resistido la prueba del tiempo.
Delirium Cafe
Au Bon Vieux Temps, ubicada en la Impasse Saint-Nicolas 4, 1000 Bruselas, es una de las tabernas más antiguas y emblemáticas de la ciudad, con una historia que se remonta a 1695.
Este establecimiento ofrece una amplia selección de cervezas belgas, incluyendo variedades de Lambic, y es reconocido por su ambiente acogedor y auténtico, con una decoración que refleja la tradición cervecera de Bruselas.
La taberna está situada a pocos pasos de la Grand Place y cerca de la Bolsa de Bruselas, lo que la convierte en un punto de encuentro ideal para locales y turistas.
Además de su oferta cervecera, Au Bon Vieux Temps es conocida por su ambiente rústico y su historia centenaria, siendo un lugar emblemático para disfrutar de la cultura cervecera belga en un entorno tradicional.
El horario de apertura es de lunes a domingo, desde las 11:00 hasta la medianoche.
Visitar Au Bon Vieux Temps es una oportunidad para experimentar la auténtica hospitalidad belga y disfrutar de una amplia variedad de cervezas en un ambiente que ha resistido la prueba del tiempo.
La Louve / Le Sac / La Brouette
Al caminar por la Grand Place de Bruselas, tres edificios destacan por su arquitectura barroca y su rica historia: la Maison de la Louve, la Maison du Sac y la Maison de la Brouette. La Maison de la Louve, o Casa de la Loba, se encuentra en el número 5 de la plaza. Construida entre 1690 y 1696, esta casa gremial fue la sede de la corporación de los arqueros de San Sebastián. Su fachada presenta una estatua de un fénix renaciendo de sus cenizas, simbolizando la resiliencia de la corporación tras los incendios que destruyeron la estructura original. La Maison de la Louve es reconocida por su elegante diseño y su contribución al patrimonio arquitectónico de Bruselas.
A la izquierda de la Maison de la Louve se encuentra la Maison du Sac, o Casa del Saco, en el número 4 de la Grand Place. Construida en 1644 y restaurada en 1697, esta casa gremial fue la sede de la corporación de los fabricantes de sacos. Su fachada está adornada con detalles ornamentales que reflejan la destreza de los artesanos de la época. La Maison du Sac es un ejemplo destacado de la arquitectura barroca en Bruselas y refleja la importancia histórica de la industria textil en la ciudad.
A la izquierda de la Maison du Sac se encuentra la Maison de la Brouette, o Casa del Carro, en el número 3 de la Grand Place. Construida en 1697, esta casa gremial fue la sede de la corporación de los fabricantes de carretas. Su fachada presenta una estatua de un carro, simbolizando la labor de los artesanos que trabajaban en la construcción de vehículos de transporte. La Maison de la Brouette es un ejemplo representativo de la arquitectura barroca en Bruselas y refleja la importancia histórica de la industria del transporte en la ciudad.
Estos tres edificios no solo embellecen la Grand Place con su arquitectura, sino que también son testigos de la evolución social y económica de Bruselas a lo largo de los siglos. La Maison de la Louve, la Maison du Sac y la Maison de la Brouette representan la riqueza histórica de la ciudad y su diversidad de gremios y corporaciones que han contribuido a su desarrollo.
A la Mort Subite
À la Mort Subite es una emblemática cervecería ubicada en el corazón de Bruselas, en la Rue Montagne aux Herbes Potagères 7, a pocos pasos de la Grand Place y de las Galerías Reales de Saint-Hubert. Fundada en 1928, este establecimiento ha sido testigo de la historia de la ciudad y es reconocido por su ambiente acogedor y su rica tradición cervecera.
El nombre «Mort Subite» se traduce como «muerte súbita» y tiene su origen en un juego de dados popular en Bruselas en el siglo XIX. Los jugadores apostaban y, al sonar una campana que indicaba el final de la jornada laboral, las apuestas se resolvían de manera inmediata, de ahí el término «muerte súbita».
La cervecería es famosa por su amplia selección de cervezas belgas, especialmente las variedades de lambic, como la gueuze y la kriek. Además de las cervezas clásicas, ofrece una variedad de quesos y embutidos locales, así como sándwiches y platos tradicionales belgas.
El interior de À la Mort Subite conserva una decoración típica de la época, con detalles en estilo Louis XVI, incluyendo pilastras con guirnaldas y espejos que reflejan la elegancia de antaño. Este ambiente histórico ha atraído a numerosos artistas, escritores y actores a lo largo de los años, convirtiéndolo en un punto de encuentro cultural en la ciudad.
El horario de apertura es de lunes a domingo, desde las 11:00 hasta la medianoche.
Visitar À la Mort Subite es sumergirse en una tradición cervecera centenaria y disfrutar de la hospitalidad belga en un entorno que ha resistido la prueba del tiempo.
Cathedrale des Saints Michel et Gudule (St. Michael and St. Gudula Cathedral)
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, o Cathédrale des Saints Michel et Gudule, es uno de los monumentos más emblemáticos de Bruselas y una obra maestra de la arquitectura gótica. Situada en la colina de Treurenberg, la catedral se erige como un símbolo religioso de Bélgica y un punto focal de la vida ceremonial del país, siendo el lugar donde se celebran eventos clave como bodas reales, funerales de estado y la tradicional misa del Día Nacional de Bélgica.
Los orígenes de la catedral se remontan al siglo IX, cuando una pequeña capilla dedicada a San Miguel fue construida en este mismo lugar. En 1047, las reliquias de Santa Gúdula fueron traídas a la capilla por el duque de Brabante, lo que llevó a la creación de una iglesia de estilo románico. Sin embargo, la catedral tal como la conocemos hoy en día comenzó a tomar forma en el siglo XIII, cuando se iniciaron las obras de construcción en estilo gótico, que continuaron durante varios siglos. La iglesia fue completada en el siglo XV, y su diseño refleja las mejores características del gótico brabantino, que es especialmente reconocido por sus detalles ornamentales y la luz que se filtra a través de los impresionantes vitrales.
La fachada de la catedral es una de sus características más impresionantes, con torres gemelas que alcanzan una altura de 64 metros. A diferencia de otras catedrales góticas, la fachada de esta catedral presenta una gran ventana ojival en lugar de un rosetón, lo que la distingue del estilo gótico francés. Su estructura robusta está sostenida por arbotantes que se elevan en doble tramo y están adornados con pináculos y gárgolas, lo que añade un toque dramático y majestuoso al edificio.
Al ingresar a la catedral, los visitantes son recibidos por un interior luminoso dominado por una serie de pilares cilíndricos y un conjunto de estatuas que datan del siglo XVII. El impresionante púlpito barroco, creado por el escultor Hendrik Frans Verbruggen en 1699, es uno de los elementos más destacados del interior. También son notables los vitrales de la catedral, que narran historias bíblicas y reales y datan de los siglos XVI al XIX. Estos vitrales, especialmente los de la ventana del Juicio Final, son una de las características más impresionantes de la catedral, ya que, por la noche, la luz ilumina estas imágenes, creando un espectáculo visual fascinante.
La catedral también alberga una serie de importantes órganos de tubos, que se utilizan en conciertos de música clásica y servicios litúrgicos. Además, el carillón de 49 campanas de la torre sur y la campana de bourdon llamada «Salvator» en la torre norte son otra característica distintiva, proporcionando una melodía que resuena a través de la ciudad.
A lo largo de los años, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula ha sido objeto de varias restauraciones, la más reciente en 1999, justo antes de la boda del príncipe heredero Felipe con la princesa Matilde. Estas restauraciones no solo han conservado su estructura, sino que también han permitido a los visitantes ver elementos originales de la iglesia del siglo XI, expuestos a través de puntos de observación de vidrio en el suelo.
Hoy en día, la catedral no solo es un lugar de culto, sino también un importante centro cultural. Alberga conciertos, eventos religiosos y culturales, y se ha convertido en un sitio de conservación para halcones peregrinos que anidan en sus torres, lo que añade una dimensión natural al patrimonio cultural de Bruselas.
Visitar la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es adentrarse en una rica historia religiosa, cultural y arquitectónica. Es un lugar de serenidad y belleza, donde los turistas pueden apreciar la majestuosidad del diseño gótico y la importancia de la catedral en la vida religiosa de Bélgica.
Bier Circus
Bier Circus es un establecimiento emblemático en Bruselas, reconocido por su amplia selección de cervezas belgas artesanales y su ambiente acogedor. Ubicado en la Rue de l’Enseignement 57, a solo unos pasos del Cirque Royal, este bar y restaurante ha sido un referente para los amantes de la cerveza desde su apertura en 1993.
La carta de Bier Circus ofrece una impresionante variedad de 100 cervezas belgas artesanales, representando a 40 cervecerías diferentes. Cada cerveza está ilustrada y comentada en cuatro idiomas, facilitando la elección para los visitantes internacionales.
Además de su destacada oferta cervecera, el establecimiento presenta una cocina que incorpora la cerveza en sus platos. Entre las especialidades se encuentran las carbonnades flamandes a la Westmalle, el waterzooï al lambic bruxellois y los spaghetti bolo a la Chimay.
El ambiente de Bier Circus es tranquilo y acogedor, ofreciendo una experiencia más relajada en comparación con otros bares de la ciudad. Es un lugar ideal para disfrutar de una buena cerveza y una comida tradicional belga en un entorno cómodo.
El horario de apertura es de lunes a viernes, de 18:00 a 23:00.
Visitar Bier Circus es sumergirse en la rica tradición cervecera belga y disfrutar de una experiencia culinaria única en el corazón de Bruselas.
Eglise Notre-Dame-de-la-Chapelle (Chapel Church)
La Église Notre-Dame-de-la-Chapelle (Iglesia de Nuestra Señora de la Capilla) es una de las iglesias más antiguas y fascinantes de Bruselas, que cuenta con una historia rica y llena de significados religiosos, históricos y culturales. Situada en el barrio de Saint-Jacques, cerca de la estación central, esta iglesia representa un importante ejemplo de la evolución de la arquitectura religiosa en la ciudad.
La iglesia fue construida originalmente en el siglo XI, en un sitio donde, según la tradición, se encontró una imagen milagrosa de la Virgen María, lo que dio origen al nombre de la iglesia. En sus primeros días, la iglesia era una capilla dedicada a la Virgen María, y su ubicación en una de las colinas de Bruselas la convirtió en un lugar de peregrinación popular. A lo largo de los siglos, la iglesia ha sufrido varias remodelaciones y ampliaciones, lo que la ha convertido en una amalgama de estilos arquitectónicos, desde el románico inicial hasta el gótico, el renacimiento y, en su parte más reciente, el barroco.
Uno de los aspectos más distintivos de la Église Notre-Dame-de-la-Chapelle es su fachada gótica, que destaca por su impresionante portal y las columnas esculpidas que flanquean la entrada. El interior de la iglesia es igualmente fascinante, con una serie de capillas laterales dedicadas a varios santos y una atmósfera solemne que invita a la reflexión y al recogimiento. El techo de la nave central está adornado con detalles ornamentales que dan una sensación de grandeza y espiritualidad.
En el altar mayor se venera una imagen de la Virgen María, que es el principal objeto de devoción desde la fundación de la iglesia. Esta imagen ha sido objeto de numerosas leyendas y milagros a lo largo de los siglos, lo que refuerza el carácter sagrado y venerado del lugar. La iglesia también alberga una serie de obras de arte, incluyendo algunas pinturas y esculturas de gran valor histórico, que representan escenas religiosas y figuras de la tradición cristiana.
Además de su importancia religiosa, la Église Notre-Dame-de-la-Chapelle ha jugado un papel destacado en la vida social y cultural de Bruselas. Durante siglos, ha sido un centro de encuentro para la comunidad local, y ha sido testigo de numerosos eventos importantes, incluidos funerales, bodas y otras ceremonias de la ciudad. Durante la Revolución Francesa, la iglesia sufrió algunas alteraciones, pero se mantuvo como un símbolo de la fe en la ciudad. Más recientemente, ha sido restaurada y preservada para mantener su patrimonio histórico.
Uno de los aspectos más curiosos de la iglesia es su vínculo con el Ducado de Brabante. A lo largo de los siglos, ha sido un lugar donde se celebraban importantes ceremonias religiosas, y en ella descansaban algunos de los miembros de la nobleza de la región. Su relación con la historia medieval de Bruselas y su vinculación con la aristocracia de la época confiere a la iglesia un valor histórico excepcional.
La Église Notre-Dame-de-la-Chapelle sigue siendo un lugar de culto activo, donde se celebran misas, bodas y otros actos religiosos. También se ha convertido en un destino turístico popular, no solo por su belleza arquitectónica y su historia, sino también por su ubicación central y su atmósfera tranquila en medio del bullicio de la ciudad. Además, la iglesia alberga conciertos y otros eventos culturales que atraen a visitantes interesados en la música y las artes.
Si visita Bruselas, no deje de visitar la Église Notre-Dame-de-la-Chapelle, un lugar donde la historia, la fe y la cultura se entrelazan en una experiencia única y significativa.
Eglise Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes (St. John and St. Stephen Church)
La Église Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes (Iglesia de San Juan y San Esteban de los Mínimos) es una iglesia barroca situada en el centro de Bruselas, cerca del barrio del Sablon. Aunque no es tan conocida como otras iglesias de la ciudad, esta iglesia tiene una profunda importancia histórica y religiosa. Fue construida entre 1615 y 1621 por la orden de los Mínimos, una comunidad religiosa fundada por San Francisco de Paula en el siglo XV, cuya misión era la vida ascética y el trabajo en la comunidad. La iglesia fue concebida no solo como un lugar de culto, sino también como un centro de oración para los seguidores de esta orden.
La arquitectura de la Église Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes es un claro ejemplo del estilo barroco, que se caracteriza por su ornamentación exuberante y su sentido de la grandeza. La iglesia presenta una fachada impresionante con columnas salomónicas que le dan un aire de solemnidad y majestuosidad. La entrada está flanqueada por detalles decorativos que evocan la influencia del arte religioso de la época, mientras que en su interior se pueden admirar frescos, pinturas y esculturas que representan escenas bíblicas y figuras de santos, lo que refleja la profunda devoción de la comunidad que la fundó.
El altar mayor de la iglesia está dedicado a San Juan Bautista y San Esteban, quienes son los santos patronos de la iglesia. El interior de la iglesia es igualmente fascinante, con un gran altar de mármol y una serie de capillas laterales dedicadas a otros santos de la tradición cristiana. La sillería del coro es otro de los elementos destacados de la iglesia, elaborada con detalles intrincados en madera que muestran la destreza artística de la época barroca.
Una de las características más interesantes de la Église Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes es su conexión con la historia de Bruselas. Durante el siglo XVII y XVIII, la iglesia fue un importante centro espiritual y social para la comunidad local, en particular para la clase alta de Bruselas, que a menudo se encontraba en la zona debido a su proximidad a los centros de poder de la ciudad. A lo largo de los años, la iglesia ha sido testigo de importantes eventos religiosos y sociales, y ha mantenido su papel como lugar de encuentro para la oración y la reflexión.
La iglesia también alberga una serie de elementos de arte religioso de gran valor histórico, incluidos retablos, pinturas y esculturas que representan escenas de la vida de Cristo y de los santos. Entre las piezas más destacadas se encuentran las obras de artistas flamencos del Barroco, que son testimonio de la riqueza artística y espiritual de Bruselas durante esta época.
En los últimos años, la Église Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes ha sido restaurada y preservada, y sigue siendo un lugar activo de culto. Además, debido a su rica historia y su impresionante arquitectura, se ha convertido en un destino de interés tanto para los habitantes de Bruselas como para los turistas que desean explorar más profundamente el patrimonio religioso y cultural de la ciudad.
Si tienes la oportunidad de visitar Bruselas, la Église Saints-Jean-et-Etienne-aux-Minimes es un lugar que no puedes dejar de conocer. Su atmósfera tranquila, su belleza arquitectónica y su conexión con la historia religiosa de la ciudad hacen de esta iglesia un sitio fascinante para explorar y reflexionar sobre el pasado de Bruselas y su rica tradición espiritual.
Eglise Notre-Dame du Sablon (Church of Our Lady of the Sablon)
La Église Notre-Dame du Sablon (Iglesia de Nuestra Señora del Sablón) es una de las iglesias más emblemáticas y hermosas de Bruselas, tanto por su impresionante arquitectura gótica como por su significativa historia religiosa. Situada en el pintoresco barrio del Sablon, esta iglesia data del siglo XIV, aunque la construcción del edificio actual comenzó en el siglo XV y se completó en el siglo XVI.
La historia de la iglesia está vinculada a la veneración de una imagen milagrosa de la Virgen María que, según la leyenda, fue descubierta por un comerciante en el siglo XIII. La imagen atrajo a numerosos peregrinos, lo que llevó a la construcción de una capilla en su honor, que luego se transformó en la iglesia que conocemos hoy. La iglesia fue construida por los gremios de arqueros, panaderos y otros comerciantes de la ciudad, lo que refleja la importancia de la religión en la vida cotidiana y económica de Bruselas en ese entonces.
Arquitectónicamente, la Église Notre-Dame du Sablon es un magnífico ejemplo del estilo gótico flamígero, caracterizado por sus líneas elegantes y sus intrincados detalles ornamentales. La iglesia tiene una fachada impresionante, con tres portales decorados con esculturas que representan escenas bíblicas y figuras de santos. La entrada principal está flanqueada por dos torres, que se elevan majestuosamente hacia el cielo, y el techo está adornado con una serie de bóvedas de ojiva que refuerzan la sensación de amplitud y verticalidad, típica del estilo gótico.
Uno de los aspectos más destacados de la iglesia son sus vitrales, que datan del siglo XVI. Estos vitrales, algunos de los cuales fueron creados por artistas flamencos de renombre, representan escenas de la vida de Cristo, la Virgen María y varios santos. La luz que entra a través de estos coloridos vitrales crea un ambiente mágico en el interior de la iglesia, llenándola de un suave resplandor que transforma la atmósfera del lugar.
El altar mayor de la iglesia está dedicado a la Virgen María y alberga una réplica de la imagen milagrosa que originó la construcción del templo. La iglesia también cuenta con varias capillas laterales, cada una dedicada a diferentes santos y adornada con pinturas, esculturas y otros elementos artísticos que muestran la riqueza religiosa y artística de Bruselas.
A lo largo de los siglos, la Église Notre-Dame du Sablon ha sido un importante centro de peregrinación y culto, y sigue siendo un lugar de gran relevancia para la vida religiosa de Bruselas. La iglesia ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ceremonias importantes, y su conexión con los gremios de la ciudad refleja el papel fundamental de la iglesia en la vida social y económica de la época.
Además de su valor religioso, la Église Notre-Dame du Sablon es un popular destino turístico, no solo por su belleza arquitectónica, sino también por su ubicación en el encantador barrio del Sablon, conocido por sus galerías de arte, tiendas de antigüedades y restaurantes. La iglesia está cerca de otros puntos de interés cultural y turístico, lo que la convierte en una parada ideal para quienes exploran la ciudad.
En resumen, la Église Notre-Dame du Sablon es un tesoro arquitectónico y religioso de Bruselas. Su impresionante arquitectura gótica, sus vitrales deslumbrantes y su rica historia la convierten en uno de los lugares más importantes y visitados de la ciudad. Si tienes la oportunidad de visitarla, no te pierdas la oportunidad de admirar su belleza, explorar su historia y disfrutar de la paz y la serenidad que ofrece este magnífico lugar.
Chapelle de la Madeleine (Mary Magdalene Chapel)
La Chapelle de la Madeleine (Capilla de Santa María Magdalena) es una iglesia histórica de gran importancia en Bruselas, situada en el barrio de La Madeleine, cerca del centro de la ciudad. Esta capilla, con su elegante arquitectura y su relevancia histórica, ha sido un importante lugar de culto y de encuentro para la comunidad bruselense durante siglos.
La Chapelle de la Madeleine fue construida en el siglo XVIII, en el período de la Ilustración, entre 1776 y 1777, por iniciativa de la comunidad franciscana. Su fundación se basa en una devoción particular a Santa María Magdalena, quien es considerada una de las figuras más importantes del cristianismo. La iglesia fue diseñada en estilo neoclásico, lo que se refleja en su fachada sencilla pero elegante, con columnas corintias y un campanario que adorna su entrada.
El diseño interior de la capilla también es notable, con una nave central que se caracteriza por sus amplias dimensiones, y un altar mayor dedicado a Santa María Magdalena. En el interior, los fieles y visitantes pueden admirar una serie de detalles ornamentales, como frescos en el techo que ilustran escenas bíblicas y la vida de la santa. Uno de los aspectos más distintivos de la capilla es su organización espaciosa, diseñada para albergar a un gran número de fieles, y su sencillez decorativa, que evoca la espiritualidad austera de la época.
A lo largo de su historia, la Chapelle de la Madeleine ha tenido una profunda conexión con la vida social y religiosa de Bruselas. En sus primeros años, la capilla fue un importante lugar de peregrinación para los habitantes de la ciudad, especialmente durante las festividades relacionadas con Santa María Magdalena. La capilla fue testigo de numerosas celebraciones religiosas, como misas, bodas y bautizos, que han marcado momentos importantes en la vida de la comunidad local.
Uno de los eventos más importantes de la capilla es la procesión de Santa María Magdalena, que tiene lugar en la ciudad cada año. Esta procesión, que se lleva a cabo el 22 de julio, ha sido una tradición religiosa en Bruselas durante siglos, y su recorrido incluye una parada en la capilla. Durante este evento, los feligreses rinden homenaje a Santa María Magdalena, cuya imagen es llevada en procesión a través de las calles de Bruselas, evocando la devoción popular que ha perdurado a lo largo del tiempo.
Además de su valor religioso, la Chapelle de la Madeleine ha tenido un impacto significativo en la cultura local. Durante el siglo XIX y principios del XX, la capilla fue un importante centro de reuniones y eventos sociales, especialmente en los momentos de gran efervescencia cultural en la ciudad. Hoy en día, sigue siendo un lugar activo de culto, pero también ha atraído a visitantes interesados en la historia y la arquitectura de Bruselas, así como a aquellos que buscan un lugar tranquilo y pintoresco para reflexionar.
En cuanto a su ubicación, la capilla está situada en una zona encantadora de la ciudad, rodeada de calles estrechas y pintorescas que invitan a los visitantes a explorar el barrio de La Madeleine. Este vecindario es conocido por su ambiente auténtico y por ser un refugio del bullicio del centro de Bruselas. En sus alrededores, se pueden encontrar numerosos cafés, restaurantes y tiendas, que hacen de la visita a la Chapelle de la Madeleine una experiencia enriquecedora, no solo desde el punto de vista histórico y religioso, sino también cultural.
En resumen, la Chapelle de la Madeleine es un lugar imprescindible para aquellos interesados en la historia religiosa de Bruselas. Con su arquitectura neoclásica, su rica tradición espiritual y su conexión con la vida cultural de la ciudad, esta capilla ofrece una ventana única al pasado de Bruselas y sigue siendo un sitio de gran relevancia para la comunidad local y los visitantes. No te pierdas la oportunidad de explorar este rincón lleno de historia y serenidad en el corazón de la ciudad.
Cathedrale des Saints Michel et Gudule (St. Michael and St. Gudula Cathedral)
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, o Cathédrale des Saints Michel et Gudule, es uno de los monumentos más emblemáticos de Bruselas y una obra maestra de la arquitectura gótica. Situada en la colina de Treurenberg, la catedral se erige como un símbolo religioso de Bélgica y un punto focal de la vida ceremonial del país, siendo el lugar donde se celebran eventos clave como bodas reales, funerales de estado y la tradicional misa del Día Nacional de Bélgica.
Los orígenes de la catedral se remontan al siglo IX, cuando una pequeña capilla dedicada a San Miguel fue construida en este mismo lugar. En 1047, las reliquias de Santa Gúdula fueron traídas a la capilla por el duque de Brabante, lo que llevó a la creación de una iglesia de estilo románico. Sin embargo, la catedral tal como la conocemos hoy en día comenzó a tomar forma en el siglo XIII, cuando se iniciaron las obras de construcción en estilo gótico, que continuaron durante varios siglos. La iglesia fue completada en el siglo XV, y su diseño refleja las mejores características del gótico brabantino, que es especialmente reconocido por sus detalles ornamentales y la luz que se filtra a través de los impresionantes vitrales.
La fachada de la catedral es una de sus características más impresionantes, con torres gemelas que alcanzan una altura de 64 metros. A diferencia de otras catedrales góticas, la fachada de esta catedral presenta una gran ventana ojival en lugar de un rosetón, lo que la distingue del estilo gótico francés. Su estructura robusta está sostenida por arbotantes que se elevan en doble tramo y están adornados con pináculos y gárgolas, lo que añade un toque dramático y majestuoso al edificio.
Al ingresar a la catedral, los visitantes son recibidos por un interior luminoso dominado por una serie de pilares cilíndricos y un conjunto de estatuas que datan del siglo XVII. El impresionante púlpito barroco, creado por el escultor Hendrik Frans Verbruggen en 1699, es uno de los elementos más destacados del interior. También son notables los vitrales de la catedral, que narran historias bíblicas y reales y datan de los siglos XVI al XIX. Estos vitrales, especialmente los de la ventana del Juicio Final, son una de las características más impresionantes de la catedral, ya que, por la noche, la luz ilumina estas imágenes, creando un espectáculo visual fascinante.
La catedral también alberga una serie de importantes órganos de tubos, que se utilizan en conciertos de música clásica y servicios litúrgicos. Además, el carillón de 49 campanas de la torre sur y la campana de bourdon llamada «Salvator» en la torre norte son otra característica distintiva, proporcionando una melodía que resuena a través de la ciudad.
A lo largo de los años, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula ha sido objeto de varias restauraciones, la más reciente en 1999, justo antes de la boda del príncipe heredero Felipe con la princesa Matilde. Estas restauraciones no solo han conservado su estructura, sino que también han permitido a los visitantes ver elementos originales de la iglesia del siglo XI, expuestos a través de puntos de observación de vidrio en el suelo.
Hoy en día, la catedral no solo es un lugar de culto, sino también un importante centro cultural. Alberga conciertos, eventos religiosos y culturales, y se ha convertido en un sitio de conservación para halcones peregrinos que anidan en sus torres, lo que añade una dimensión natural al patrimonio cultural de Bruselas.
Visitar la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es adentrarse en una rica historia religiosa, cultural y arquitectónica. Es un lugar de serenidad y belleza, donde los turistas pueden apreciar la majestuosidad del diseño gótico y la importancia de la catedral en la vida religiosa de Bélgica.
Eglise Notre-Dame de Bon Secours (Church of Our Lady of Assistance)
La Église Notre-Dame de Bon Secours (Iglesia de Nuestra Señora de la Asistencia) es una iglesia histórica ubicada en el corazón de Bruselas, en el distrito de Saint-Josse-ten-Noode. Aunque no es tan conocida como otras iglesias emblemáticas de la ciudad, tiene un gran valor tanto religioso como cultural y es un importante lugar de culto para la comunidad local, además de ser una pieza importante en el paisaje histórico de Bruselas.
La iglesia fue construida entre 1751 y 1777, durante el reinado de Carlos de Borbón, quien decidió erigirla en un sitio que previamente albergaba una capilla medieval. Fue encargada por los padres franciscanos, quienes, a través de su devoción mariana, querían ofrecer a los fieles un lugar donde invocar a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asistencia, cuya intercesión se buscaba especialmente en tiempos de calamidad. El estilo arquitectónico de la iglesia es neoclásico, con influencias del barroco tardío, lo que le otorga una mezcla de sobriedad y belleza en sus líneas.
La faja principal de la iglesia está adornada con columnas corintias, mientras que su interior está compuesto por una nave central espaciosa rodeada de varias capillas laterales. El altar mayor, que rinde homenaje a la Virgen María, es el centro de devoción de la iglesia, y en él se venera una imagen de la Virgen de Bon Secours, la cual ha sido un objeto de culto desde la fundación de la iglesia. Además, se pueden encontrar otras esculturas y pinturas que representan a figuras religiosas, siendo una de las obras destacadas un relieve de la Virgen María en el altar lateral.
Un detalle muy interesante y único en esta iglesia es que, en su interior, se encuentra una bala de cañón incrustada en uno de los pilares de la nave, como vestigio del bombardeo francés de 1695. Este fragmento de la historia se ha convertido en un recordatorio tangible de los períodos tumultuosos que vivió la ciudad, especialmente durante las Guerras de los Nueve Años. Además, la iglesia alberga una capilla lateral que, desde su construcción, ha sido un lugar de recogimiento y oración para quienes buscan consuelo y protección bajo la figura de la Virgen.
A lo largo de los siglos, la Église Notre-Dame de Bon Secours ha sido no solo un centro religioso sino también un lugar donde se han celebrado ceremonias comunitarias, como bodas, bautizos y otros ritos religiosos, consolidándose como un lugar clave en la vida social de la comunidad de Saint-Josse. A pesar de los cambios en la ciudad, la iglesia ha logrado mantener su relevancia, sirviendo de refugio para la espiritualidad local.
En términos históricos y culturales, la iglesia también ha desempeñado un papel en el ámbito social, especialmente en los momentos más difíciles para Bruselas. En épocas de peste y crisis, los habitantes de la ciudad acudían a la iglesia a rezar por la salud y la protección divina, convirtiéndose en un bastión de esperanza para muchos.
Hoy en día, la Église Notre-Dame de Bon Secours sigue siendo un activo centro de culto, pero también es un punto de interés para los visitantes interesados en la historia religiosa y cultural de Bruselas. A su alrededor, el barrio de Saint-Josse-ten-Noode mantiene una atmósfera vibrante y diversa, llena de tiendas, restaurantes y una mezcla de culturas que contribuyen al carácter único de esta área. La iglesia se encuentra en un lugar que invita tanto a la reflexión espiritual como a la exploración cultural, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora en el corazón de Bruselas.
No te pierdas la oportunidad de visitar la Église Notre-Dame de Bon Secours, un lugar lleno de historia, belleza arquitectónica y un profundo vínculo con la comunidad, en donde la devoción y la cultura se entrelazan de manera única.
Eglise Notre-Dame du Finistere (Church of Our Lady of Finistere)
La Église Notre-Dame du Finistère (Iglesia de Nuestra Señora de Finisterre) es una iglesia histórica ubicada en el pintoresco barrio de Marolles, en Bruselas. Aunque no es una de las iglesias más conocidas de la ciudad, su importancia tanto religiosa como cultural la convierte en un lugar interesante y lleno de historia para los visitantes que buscan explorar aspectos menos conocidos de la ciudad.
La iglesia fue construida en el siglo XVII, específicamente entre 1621 y 1674, y se encuentra dedicada a la Virgen María bajo la invocación de Nuestra Señora de Finisterre. El nombre hace referencia a la región de Finisterre en la costa noroeste de España, famosa por ser uno de los destinos finales de los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago, uno de los principales recorridos de peregrinación cristiana. La iglesia, como tantas otras, estaba destinada a ser un refugio para la devoción, en este caso vinculada a la Virgen María, patrona de los navegantes y protectora de los peregrinos.
Su arquitectura refleja los estilos de la época, con un diseño sobrio pero elegante, propio del barroco flamenco, y una fachada relativamente sencilla adornada con detalles en piedra. La iglesia presenta una planta en cruz latina, con una nave principal y varias capillas laterales que se abren hacia los lados. En su interior, uno de los aspectos más destacados es su altar mayor, dedicado a la Virgen María, que alberga una imagen venerada por los feligreses a lo largo de los siglos.
Un hecho histórico notable asociado con la iglesia es una leyenda popular que gira en torno a la estatua de la Virgen María. Se dice que en el siglo XIV, una mujer devota llamada Beatrice Soetkens observó que una imagen de la Virgen María en una iglesia de Amberes estaba desatendida. Según la leyenda, la Virgen se le apareció y le ordenó que la llevara a Bruselas. La estatua, viajando milagrosamente por el río Escalda y el canal Senne, llegó finalmente a su destino sin velas ni tripulación, lo que se interpretó como una señal divina. Esta estatua de la Virgen, considerada un objeto de culto, es uno de los principales elementos de la devoción local.
En la época medieval, el barrio de Marolles era conocido por ser un área popular y trabajadora, y la iglesia reflejaba las tradiciones religiosas de esta comunidad. A lo largo de los siglos, la iglesia ha sido un centro de vida espiritual para los residentes del barrio, además de ser un punto de encuentro para las peregrinaciones.
Un aspecto interesante de la iglesia es su cercanía a una de las áreas más tradicionales de Bruselas. El barrio de Marolles ha mantenido su identidad popular y bohemia a lo largo del tiempo, lo que hace que la iglesia se encuentre en un entorno lleno de historia local. Cerca de allí se encuentra la famosa Place du Jeu de Balle, donde los residentes y turistas pueden disfrutar del mercado de pulgas que se celebra a diario, un lugar donde se pueden comprar antigüedades, curiosidades y otros objetos únicos.
Hoy en día, la Église Notre-Dame du Finistère sigue siendo un lugar activo de culto, donde se celebran misas y eventos religiosos, y se ha convertido en un importante punto de referencia para la comunidad local. Además, su ubicación en uno de los barrios más característicos de Bruselas la convierte en una parada interesante para aquellos que deseen conocer la vida religiosa y social de la ciudad en tiempos pasados.
La iglesia también ofrece un respiro de paz y serenidad para los turistas que buscan una atmósfera tranquila, alejada del bullicio de otras áreas más turísticas de Bruselas. A lo largo del año, la iglesia es visitada por muchos interesados en la historia y la cultura de Bruselas, lo que la convierte en una joya escondida para quienes deseen explorar más allá de los principales destinos turísticos.
Si estás buscando conocer una de las iglesias menos frecuentadas pero profundamente conectadas con la historia y la vida local de Bruselas, la Église Notre-Dame du Finistère es un lugar que no debes perderte.
Eglise Saint-Jean-Baptiste-au-Beguinage (Church of St. John the Baptist)
La Église Saint-Jean-Baptiste-au-Beguinage (Iglesia de San Juan Bautista del Beguinaje) es una iglesia histórica situada en el pintoresco distrito del Beguinaje de Bruselas. Esta iglesia es especialmente significativa no solo por su arquitectura, sino también por su vínculo con el movimiento beguino, una de las tradiciones religiosas más características de la Edad Media en los Países Bajos.
La iglesia fue construida entre los años 1615 y 1621, durante el auge del movimiento beguino en Bruselas. Los beguinos eran mujeres religiosas que, sin hacer votos solemnes, vivían en comunidades semi-monásticas dedicadas a la oración, el trabajo y el cuidado de los demás, sin renunciar a la vida en el mundo. Este tipo de comunidad fue muy común en Europa durante la Edad Media, especialmente en las regiones de los Países Bajos y el norte de Francia. La iglesia fue construida como parte de uno de estos beguinajes, y servía como lugar de culto para estas mujeres y para la comunidad local.
La arquitectura de la iglesia es un ejemplo notable del estilo barroco flamenco, con una fachada sencilla pero imponente. La entrada está flanqueada por dos torres de campanario de tamaño moderado, y la estructura está adornada con detalles ornamentales propios de la época. En el interior, la iglesia está decorada con una nave central de gran altura, y varias capillas laterales dedicadas a santos importantes de la tradición cristiana.
Uno de los aspectos más destacados de la iglesia es su altar mayor, dedicado a San Juan Bautista, el santo patrón de la iglesia. En el altar se encuentran varias representaciones artísticas de San Juan, así como una serie de esculturas y pinturas de la época barroca. La iglesia también alberga una impresionante sillería del coro, tallada en madera en el siglo XVI, que muestra escenas detalladas de la vida de Cristo y de los primeros cristianos.
La iglesia ha sido un lugar de culto activo desde su fundación, siendo testigo de numerosos eventos históricos a lo largo de los siglos. Durante siglos, ha sido un centro de vida espiritual para los beguinos y, posteriormente, para los habitantes del barrio. Aunque el movimiento beguino desapareció gradualmente, la iglesia ha mantenido su relevancia, y en la actualidad sigue siendo un importante centro religioso.
Además de su importancia religiosa, la Église Saint-Jean-Baptiste-au-Beguinage tiene un valor histórico y cultural profundo, ya que es un testimonio de la historia de la comunidad beguina y del papel de las mujeres en la vida religiosa medieval. El beguinaje de Bruselas, donde la iglesia se encuentra, es uno de los mejor conservados y más visitados de Europa. El conjunto del beguinaje ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y la iglesia es una de las joyas que contribuye a esta designación.
El barrio del Beguinaje es conocido por su ambiente tranquilo y pintoresco, con calles adoquinadas, casas históricas y jardines que evocan una sensación de paz. A pesar de la modernización de Bruselas, este barrio ha conservado su encanto medieval, lo que lo convierte en un lugar ideal para pasear y reflexionar.
Hoy en día, la Église Saint-Jean-Baptiste-au-Beguinage sigue siendo un lugar activo de culto y oración, y a menudo alberga eventos y actividades religiosas. Además, es un destino popular para los turistas que desean explorar una faceta menos conocida de la historia de Bruselas y conocer más sobre la vida religiosa medieval. Los visitantes pueden admirar tanto la arquitectura como las obras de arte que adornan la iglesia, y experimentar una atmósfera de tranquilidad que contrasta con el bullicio del centro de Bruselas.
La iglesia no solo es un importante sitio religioso, sino también un lugar donde los visitantes pueden aprender sobre la historia de una comunidad que desempeñó un papel crucial en el desarrollo social y cultural de Bruselas. Al visitar la Église Saint-Jean-Baptiste-au-Beguinage, no solo tendrás la oportunidad de explorar un hermoso edificio, sino también de sumergirte en una parte fundamental de la historia de la ciudad y su herencia religiosa.
Moeder Lambic Fontainas
Moeder Lambic Fontainas, ubicado en el número 8 de la Place Fontainas en Bruselas, es un destacado bar de cervezas que ha sido un referente en la escena cervecera de la ciudad desde su apertura en 2009.
Este establecimiento se distingue por su amplia selección de cervezas, ofreciendo más de 40 grifos y seis bombas manuales que sirven cervezas de barril y cask, respectivamente.
La carta de cervezas varía según la temporada, permitiendo a los clientes descubrir una variedad de estilos y sabores.
El ambiente de Moeder Lambic Fontainas es acogedor y moderno, con un diseño que combina elementos tradicionales y contemporáneos. El personal, conocido por su conocimiento y amabilidad, está siempre dispuesto a guiar a los visitantes en la elección de la cerveza que mejor se adapte a sus gustos.
Además de su oferta cervecera, el bar cuenta con una selección de platos y aperitivos que complementan perfectamente las bebidas, creando una experiencia gastronómica completa.
La ubicación estratégica de Moeder Lambic Fontainas, cerca del centro de la ciudad, lo convierte en un punto de encuentro ideal para locales y turistas que desean sumergirse en la cultura cervecera belga. La combinación de una extensa carta de cervezas, un ambiente acogedor y un servicio excepcional ha consolidado a este bar como uno de los favoritos en Bruselas.
Poechenellekelder
Poechenellekelder, ubicada en la Rue du Chêne 5, 1000 Bruselas, es una taberna auténtica que ha sido un referente tanto para residentes como para turistas desde su apertura en 1991.
Situada a pocos pasos del Manneken Pis, esta taberna ofrece un ambiente acogedor y auténtico, con paredes adornadas con antiguas fotografías y grabados que le otorgan un encanto especial.
La carta de cervezas es extensa, con más de 90 variedades que permiten a los visitantes explorar la rica tradición cervecera belga.
Además de su oferta cervecera, Poechenellekelder es conocida por su decoración única, que incluye una colección de marionetas y reproducciones del Manneken Pis, creando un ambiente distintivo y culturalmente enriquecedor.
El horario de apertura es de martes a domingo, desde las 11:00 hasta la 1:00, y los viernes y sábados hasta las 2:00.
Poechenellekelder es un lugar ideal para sumergirse en la cultura belga, disfrutar de una amplia selección de cervezas y apreciar una decoración que celebra la historia y las tradiciones de Bruselas.
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