Guia de Viaje por Asakusa y Ueno – Tokio

Taito: el distrito de los videojuegos y la cultura pop japonesa

Taito es un distrito de Tokio que se encuentra al nordeste de la ciudad. Es conocido por sus numerosos salones de videojuegos, sus tiendas de anime y manga, y sus calles llenas de vida y colorido.

Taito es el hogar de algunos de los lugares más emblemáticos de la cultura pop japonesa, como el Akihabara Electric Town y el Nakamise Shopping Street. Akihabara es un barrio repleto de tiendas de electrónica, anime, manga y videojuegos. Nakamise es una calle comercial tradicional que se encuentra en el camino hacia el templo Sensō-ji, uno de los templos más antiguos de Tokio.

Taito también es conocido por sus numerosos izakayas, bares japoneses tradicionales donde se puede disfrutar de comida y bebida a precios asequibles. Los izakayas son el lugar perfecto para sumergirse en la cultura japonesa y conocer gente nueva.

Guía Turística Asakusa y Ueno, Tokio

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Que ver en Asakusa y Ueno

Estanque Shinobazu

El extremo sureste del parque alberga el pintoresco estanque Shinobazu, también conocido como Shinobazu-ike. Este estanque se divide en tres secciones: el estanque de los lotos, el estanque de los barcos y el estanque de los cormoranes. El estanque de los lotos, llamado Hasu no Ike, recibe su nombre debido a que en verano la superficie del estanque queda casi completamente cubierta por las hermosas flores de loto. Por otro lado, el estanque de los barcos, conocido como Bo?to no Ike, debe su nombre a la gran cantidad de botes y pedalos de alquiler que lo ocupan. Estos barcos son muy populares entre parejas y familias durante todo el año, pero especialmente durante la época de la floración de los cerezos en abril. Es común que muchas parejas disfruten de un momento romántico a bordo de estos pedalos después de admirar los cerezos en flor. Por último, está el estanque de los cormoranes, llamado U no Ike, debido a la presencia de numerosos cormoranes en la zona. El estanque Shinobazu es un cuerpo de agua natural que ha sido modificado en varias ocasiones y ha servido de inspiración para diversas obras de arte, incluyendo varios ukiyo-e del famoso artista Utagawa Hirokage. En el centro del estanque se encuentra la isla Benten, también conocida como Benten-jima, donde se puede visitar el icónico templo Benten-do. Este templo o salón Bentendo tiene una estructura octogonal y está dedicado a la deidad Benten, quien es venerada como la diosa de la riqueza, la fortuna, la música y el conocimiento. El templo abre sus puertas de 07:00 a 17:00 horas y la entrada es gratuita.

Parque Ueno

El Parque de Ueno, situado en el noreste de Tokio, es un parque público muy apreciado tanto por los habitantes locales como por los turistas. Sus museos, la belleza de los cerezos en flor y, por supuesto, los adorables osos panda de su zoológico, hacen que mucha gente decida pasar un rato agradable en este lugar. De hecho, los pandas se han convertido en un símbolo emblemático del parque y son una gran atracción para los más pequeños. Este parque fue generosamente donado por el emperador Taisho a la ciudad de Tokio en 1924. Sin embargo, simplemente llamarlo «parque» no sería suficiente, ya que cuenta con numerosos atractivos turísticos que lo convierten en una visita obligada. Uno de los ejemplos destacados es el Museo Nacional de Arte Occidental, diseñado por Le Corbusier, el cual ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Otro punto de interés es el encantador Salón Benten-do ubicado en el centro del estanque Shinobazu. El parque de Ueno se ubica en los terrenos donde solía estar el antiguo templo Kaneiji, que fue uno de los templos más grandes de la ciudad durante el periodo Edo. Desafortunadamente, el templo fue completamente destruido durante la guerra de Boshin (1868-1869), un conflicto entre las fuerzas de la alianza de los dominios de Satsuma y Choshu, que apoyaban al nuevo gobierno imperial Meiji, y los soldados leales al antiguo shogunato Tokugawa. Después de la batalla de Ueno, en 1873, la zona se transformó en uno de los primeros parques de estilo occidental de todo Japón. En la actualidad, apenas quedan algunos vestigios del antiguo esplendor del templo Kaneiji, como la pagoda de cinco pisos y el santuario Toshogu. Sin embargo, es importante mencionar que existe un templo Kaneiji junto al mausoleo de los Tokugawa, aunque es relativamente pequeño y no muy destacado.

Santuario Asakusa

En la parte noreste del salón principal se encuentra el santuario Asakusa, un lugar sagrado del sintoísmo dedicado a los pescadores que descubrieron la estatua de Kannon y al anciano que decidió erigir el templo en su honor. Por esta razón, el emblema distintivo del santuario son tres redes de pesca. La entrada al santuario está marcada por un torii de piedra que fue construido en 1727. Al igual que ocurre en el templo Kiyomizudera de Kioto, este santuario es otro ejemplo de la coexistencia de un santuario sintoísta dentro de un templo budista.

Zoológico de Ueno

En el suroeste del parque se encuentra el zoológico de Ueno, el zoológico más antiguo de Japón. Fue construido en su ubicación actual en 1882 y se divide en varias áreas temáticas. Entre todas ellas, la más popular es sin duda la dedicada a los famosos osos panda gigantes de Ueno, que fueron introducidos por primera vez en el zoológico en 1972 como símbolo de la normalización de las relaciones entre Japón y China. Tras el fallecimiento de Ling Ling en 2008, el zoológico de Ueno estuvo sin pandas durante algunos años hasta que llegaron dos pequeños pandas en febrero de 2011.

templo Bentendo

El extremo sureste del parque alberga el pintoresco estanque Shinobazu, también conocido como Shinobazu-ike. Este estanque se divide en tres secciones: el estanque de los lotos, el estanque de los barcos y el estanque de los cormoranes. El estanque de los lotos, llamado Hasu no Ike, recibe su nombre debido a que en verano la superficie del estanque queda casi completamente cubierta por las hermosas flores de loto. Por otro lado, el estanque de los barcos, conocido como Bo?to no Ike, debe su nombre a la gran cantidad de botes y pedalos de alquiler que lo ocupan. Estos barcos son muy populares entre parejas y familias durante todo el año, pero especialmente durante la época de la floración de los cerezos en abril. Es común que muchas parejas disfruten de un momento romántico a bordo de estos pedalos después de admirar los cerezos en flor. Por último, está el estanque de los cormoranes, llamado U no Ike, debido a la presencia de numerosos cormoranes en la zona. El estanque Shinobazu es un cuerpo de agua natural que ha sido modificado en varias ocasiones y ha servido de inspiración para diversas obras de arte, incluyendo varios ukiyo-e del famoso artista Utagawa Hirokage. En el centro del estanque se encuentra la isla Benten, también conocida como Benten-jima, donde se puede visitar el icónico templo Benten-do. Este templo o salón Bentendo tiene una estructura octogonal y está dedicado a la deidad Benten, quien es venerada como la diosa de la riqueza, la fortuna, la música y el conocimiento. El templo abre sus puertas de 07:00 a 17:00 horas y la entrada es gratuita.

Equipo de sumo

En Japón se realizan seis torneos de sumo al año, de los cuales tres se llevan a cabo en la arena Kokugikan del barrio de Ryogoku en Tokio. Para muchos, un día de sumo en Kokugikan es una experiencia inolvidable. El sumo tiene sus raíces en antiguos rituales shinto en los que los hombres mostraban su fuerza frente a los dioses como agradecimiento o para obtener una buena cosecha. El Sumo es un deporte tradicional de Japón que data de hace más de 2000 años y ha evolucionado a lo largo del tiempo. Aunque ha sufrido cambios, su origen se remonta a los primeros combates a muerte que se mencionan en antiguas crónicas. El Sumo combina deporte, ritual y espectáculo, siendo un importante testimonio de la identidad cultural de Japón. Las primeras menciones del Sumo se encontraron en el Kojiki, un libro del año 712, y relatan una leyenda sobre cómo se consiguió la posesión de las islas japonesas a través de un combate de sumo. En la época prehistórica, el Sumo se practicaba en rituales agrícolas para pedir buenas cosechas. Durante el reinado del Emperador Saga (r. 809-823) se establecieron reglas y técnicas para la práctica del Sumo como arte marcial. Desde el periodo de los estados guerreros hasta el periodo Edo (1603-1867), muchos daimyo patrocinaban a los sumotori más fuertes, quienes no solo recibían un generoso estipendio sino que también obtenían el status de samurai. Con el patronaje garantizado, muchos rikishi prometedores rivalizaban en el ring para conseguir que un daimyo los notara. Durante el periodo Edo se inició el sistema de clasificaciones. Tras el fin del periodo Edo y de la era Tokugawa, los luchadores comenzaron a construir sus propias viviendas con el apoyo de la gente de las ciudades. Se le empezó a llamar «kanjin-zumo», implicando que estaba siendo realizado para recolectar donaciones para la construcción o reparación de altares, templos, puentes y otras obras públicas. En los últimos tiempos, el Sumo se ha internacionalizado con luchadores de diferentes países y culturas, como Hawai, Brasil, Argentina, Mongolia, Rusia y otros países de Europa del Este. En 1993, Akebono, un luchador hawaiano (ahora nacionalizado japonés), se convirtió en el primer Yokozuna no japonés de la historia. La Asociación japonesa de Sumo (constituida en 1925) ha preservado sus tradiciones hasta los tiempos modernos, como el tejado suspendido sobre el dohyo y la vestimenta del árbitro que simboliza al traje de caza de un guerrero japonés del pasado. En 1927, la Asociación de Sumo de Tokyo se unió a la de Osaka para formar la moderna Nihon Sumo Kyokai. El Sumo sigue siendo un deporte popular y una parte importante de la cultura japonesa. Aunque el sumo de hoy en día mantiene muchas tradiciones que reflejan sus orígenes shinto, en el período Edo evolucionó en concursos de fuerza que se realizaban en templos y santuarios alrededor de la ciudad, incluyendo el Templo Eko-in, ubicado a pocos pasos del Kokugikan. En 1909 se construyó el estadio de sumo de Tokio, lo que llevó a que todos los partidos se trasladaran al interior. El actual Kokugikan fue construido en 1985 y es el hogar oficial de todos los torneos de sumo de Tokio.

Museo de Arte Metropolitano de Tokio

Esta institución de renombre alberga una colección impresionante que abarca desde antiguas reliquias japonesas hasta obras maestras contemporáneas. A medida que uno entra en el recinto del museo, es recibido por una arquitectura imponente que combina lo moderno con toques tradicionales, reflejando la fusión de estilos que caracteriza a la metrópolis de Tokio. El museo se ha diseñado de tal manera que permite a los visitantes embarcarse en un viaje cronológico, comenzando con las primeras manifestaciones artísticas del archipiélago nipón y culminando con piezas innovadoras de artistas contemporáneos. Las galerías del museo presentan pinturas tradicionales japonesas, cerámicas delicadas, samuráis con armaduras detalladas y esculturas modernas que desafían la percepción. La variedad es tal que cada visitante, sin importar sus preferencias artísticas, encontrará algo que le fascine y conmueva. Una característica especial del Museo de Arte Metropolitano es su dedicación a la rotación de exposiciones. Esto significa que, independientemente de cuándo decidas visitar, siempre habrá algo nuevo y emocionante en exhibición. A menudo, se organizan exposiciones temporales que atraen piezas internacionales, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de experimentar colecciones exclusivas sin salir de Tokio. Después de sumergirte en el arte, puedes hacer una pausa y reflexionar sobre las maravillas que has visto en la cafetería del museo. Con vistas al sereno jardín del museo, es el lugar perfecto para disfrutar de una taza de té japonés tradicional o un café recién hecho. El Museo de Arte Metropolitano no es simplemente un espacio para observar arte; es una experiencia en sí misma. La interacción entre el arte, la arquitectura y la naturaleza invita a la introspección y a la apreciación de la belleza en todas sus formas. Si te encuentras en Tokio y tienes un apetito por el arte, este museo es una parada obligatoria que te promete una inmersión profunda en el mundo del arte y la cultura.

Museo Edo-Tokyo

El Museo Edo-Tokyo es un museo enormemente fascinante dedicado a la historia de Tokio, desde sus inicios en el período Edo (1600-1868) hasta la revolución industrial del período Meiji (1868-1912) y hasta nuestros días. En el interior del impresionante edificio de diseño brutalista, diseñado por el arquitecto Kiyonori Kikutake, encontrarás réplicas de edificios y objetos que formaron parte de la historia de la ciudad, así como numerosos objetos y artículos originales. Las exposiciones interactivas y abiertas al público te permiten tocar los objetos, entrar en ciertos edificios y, de alguna manera, viajar en el tiempo a través de la historia de la ciudad. El Museo Edo-Tokyo abrió sus puertas el 28 de marzo de 1993 en el barrio de Ryogoku, conocido como el barrio del sumo de Japón. Te recomendamos un agradable paseo que incluya la visita a este museo. ¡Te encantará! El museo está organizado de manera cronológica, como un «camino cronológico». Al cruzar la réplica del puente Nihonbashi, entras en la ciudad de Edo y avanzas a través de su historia. La primera parte del museo se dedica a la creación y expansión de la ciudad de Edo, así como a la estructura social y el shogunato. El museo se centra en la vida cotidiana de la gente común de Edo, mostrando festivales, la pasión por el teatro, la vestimenta, etc. Luego te sumergirás en la modernización del período Meiji, cuando Edo cambió su nombre a Tokio, pasando por el Gran Terremoto de Kanto de 1923, la vida en la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, hasta llegar a nuestros días. Entre las exposiciones que no te puedes perder en tu visita, destacan: el Puente Nihonbashi, maquetas de la antigua Edo, maquetas del castillo de Edo, el shogunato en Edo, la ciudad de Edo, la carroza del santuario Kanda Myojin, el barco Higaki-Kaisen, el teatro de kabuki Nakamura-za, la sede del periódico Choya Shinbun, la Torre Ryounkaku, una casa del siglo XX, una casa de estilo occidental de principios del siglo XX, una casa de la época de la guerra y el complejo de viviendas de Hibarigaoka. Ten en cuenta que el museo está lleno de todo tipo de objetos, algunos auténticos y otras réplicas, que en muchos casos puedes tocar e incluso experimentar con ellos. Además, hay muchas explicaciones en inglés y japonés, por lo que puedes pasar muchas horas allí. Por lo tanto, es una visita ideal para ir con niños, aunque los adultos también disfrutan mucho. Sin duda, es una oportunidad única para comprender cómo era la vida en Edo y Tokio.

Calle Ameyoko

Su nombre proviene de las palabras ame, que significa caramelo, y yokocho, que significa callejón, debido a su historia como un lugar famoso por vender dulces y golosinas. A lo largo de aproximadamente 400 metros, entre las estaciones de Ueno y Okachimachi, encontrarán un ambiente bullicioso lleno de tiendas y puestos que ofrecen una amplia variedad de productos. Desde alimentos frescos como pescado, mariscos, frutas y verduras, hasta ropa, electrónicos y souvenirs, la Calle Ameyoko tiene algo para todos los gustos. Uno de los aspectos destacados de Ameyoko es su selección de productos frescos a precios competitivos. Aquí podrán explorar numerosos puestos y tiendas, regatear y encontrar productos de alta calidad a precios asequibles. La calle también es famosa por su diversa oferta culinaria. Encontrarán una gran cantidad de restaurantes y puestos de comida que ofrecen una amplia gama de opciones. Podrán disfrutar de comida callejera japonesa tradicional como yakitori y takoyaki, así como delicias internacionales como comida china y coreana. Durante la posguerra, se convirtió en un importante centro de comercio negro, donde se podían encontrar productos escasos y difíciles de obtener en el mercado formal. Aunque ha evolucionado con el tiempo, aún conserva parte de su autenticidad y carácter único. Con su amplia selección de productos frescos, tiendas de ropa, electrónicos y souvenirs, así como su variada oferta culinaria, ofrece a los visitantes una visión única de la vida cotidiana en la ciudad y la emoción de las compras y la gastronomía en un ambiente animado y multicultural. Disfruten explorando la Calle Ameyoko y sumérjanse en su energía vibrante mientras descubren tesoros ocultos y sabores deliciosos.

Parque temático de Ghibli

En diciembre de 2018 se anunció que Studio Ghibli abriría Ghibli Park en otoño de 2022, un parque temático dedicado al mundo de la animación de Ghibli. El parque se construyó dentro del Parque conmemorativo de la Expo de Aichi, ubicado en las afueras de Nagoya. Esta ubicación fue elegida porque ya albergaba una réplica a escala real de La casa de Satsuki y Mei de la película Mi vecino Totoro. El parque de Ghibli abrió sus puertas el 1 de noviembre de 2022 y consta de cinco zonas temáticas. Sin embargo, en la primera fase solo tres de las cinco zonas están abiertas al público: El gran almacén Ghibli, la Colina de la juventud y el Bosque Dondoko. Las otras dos zonas se abrirán más adelante. Es importante destacar que el parque no cuenta con atracciones principales, sino que se trata de un lugar para pasear y descubrir todos los secretos que se esconden a medida que uno se mueve por él. Además, se ha integrado de manera armoniosa en el Parque de la Expo de Aichi, sin talar ni un solo árbol para su desarrollo. Según el gobierno regional, el objetivo siempre ha sido construir el parque respetando el entorno natural. Por lo tanto, los caminos y los espacios naturales del parque se combinan con las construcciones específicas del parque temático de Ghibli. Se sabe que el famoso director Hayao Miyazaki ha estado muy involucrado en el diseño del parque, lo cual es garantía de calidad, ya que Miyazaki es el creador de maravillas de la animación como Mi vecino Totoro y El viaje de Chihiro, entre otras. La primera zona temática a la que se accede al entrar al parque está basada en la película de 2004 El castillo ambulante. La puerta principal del parque se asemeja a uno de los edificios de la película, y hay una torre-mirador con un ascensor inspirado en ella. En el interior de la torre-mirador, se exhiben réplicas de objetos del siglo XIX. En la segunda zona, ubicada dentro de la antigua piscina climatizada del parque, se combinan diseños típicamente japoneses con diseños occidentales, siguiendo el estilo distintivo de Ghibli. Aquí se encuentra un teatro con capacidad para 170 personas, así como salas de exposiciones con obras permanentes y temporales. También hay tiendas, restaurantes y una zona de juegos infantil, así como una zona inspirada en la ciudad de El viaje de Chihiro. La tercera zona temática se inspira en la Ciudad de Hierro de la película La Princesa Mononoke. En esta zona, se encuentran grandes estatuas de personajes como el demonio destructor Tatarigami y el jabalí Okkoto, junto con otras criaturas de la película. Es similar a la estatua del robot de la película Castillo en el cielo que se encuentra en la azotea del Museo Ghibli en la actualidad. El objetivo es transportar a los visitantes al Japón rural retratado en la película. La cuarta zona se basa en dos películas donde la magia desempeña un papel fundamental. Aquí se encuentra una reproducción de la casa de los padres de la bruja de Nicky dentro de una réplica de una ciudad europea, como se muestra en la película Nicky, la aprendiz de bruja o Kiki: entregas a domicilio. También hay una reproducción del castillo ambulante de Howl de la película El castillo ambulante. En esta zona hay restaurantes, una zona de juegos y un área de descanso. La quinta y última zona temática está relacionada con la película Mi vecino Totoro. Se mantiene la reproducción a tamaño real de la Casa de Satsuki y Mei, que ha sido una atracción popular desde 2005. Esta reproducción cuenta con todos los detalles de la película y deleita tanto a grandes como a pequeños.

Mercado Ameya-Yokocho

La extensa calle Ameya-Yokocho, ubicada en el barrio de Taito, es una de las calles comerciales más famosas y populares de Tokio. Con sus 400 tiendas de diversos tipos, atrae alrededor de 100.000 visitantes diarios. Si deseas experimentar por ti mismo la locura de las compras, Ameya-Yokocho es un destino obligado. Aunque su nombre oficial es Ameyoko Shopping Federation Association, comúnmente se le conoce como Ameyoko. Hay dos teorías sobre el origen del nombre Ameya. Una de ellas sugiere que proviene de tienda de golosinas, ya que en el período de posguerra, cuando el azúcar era escaso en Japón, abundaban las tiendas de golosinas en esta calle. La segunda teoría señala que Ameya se refiere a América, porque después de la posguerra, aquí se vendían productos de contrabando provenientes del ejército estadounidense. Originalmente, esta área era una zona residencial que fue evacuada durante la Segunda Guerra Mundial debido a la amenaza de bombardeos, ya que se encontraba cerca de una importante estación de tren. De hecho, la mayor parte de la zona fue prácticamente destruida y luego se llenó de numerosos puestos al aire libre dedicados al mercado negro. Con el paso del tiempo, se construyeron edificios comerciales que caracterizan la calle en la actualidad. Actualmente, en Ameyoko se pueden encontrar tiendas de pescado, mariscos, ropa, flores, frutas, joyas, y a diferencia de otros mercados, los productos suelen tener precios más económicos y se puede regatear. Mientras que los objetos de valor tienen precios fijos y controlados, si el precio del atún se anuncia con voz alta y confusa, significa que se puede negociar. Es importante tener en cuenta que por la noche es más probable obtener descuentos en productos frescos. Como dato curioso, el mercado experimenta un cambio completo durante el período de Año Nuevo. Hasta 500.000 personas llegan cada día desde distintos lugares de Japón para hacer compras de alimentos, que se venden a precios diez veces más altos. Muchas de las tiendas de ropa u otros tipos de comercios cierran y alquilan sus espacios a vendedores de alimentos. La colorida calle está tan abarrotada que puede tomar varios minutos recorrerla.

Torre Skytree

TOKYO SKYTREE es el nuevo símbolo de la capital y se puede ver desde cualquier punto de la ciudad. Desde la cima, se pueden disfrutar vistas panorámicas de la metrópolis y, en días claros, incluso se puede divisar el Monte Fuji en el horizonte. Además, el área que rodea la torre, que incluye el complejo comercial Tokyo Solamachi, las calles comerciales retro de Shitamachi Ninjo Kirakira Tachibana Shotengai y varios museos interesantes e interactivos, ofrece mucho más que solo la torre. La torre tiene una altura de 634 metros y se ilumina en uno de tres colores diferentes al caer la noche: morado Edo, dorado o celeste claro. Las vistas más espectaculares se pueden disfrutar desde las dos plataformas de observación: el Tembo Deck a 350 metros y el Tembo Galleria a 450 metros. Ambas ofrecen vistas impresionantes hasta el horizonte, pero las secciones de piso de vidrio pueden no ser aptas para los débiles de corazón. En el SKYTREE ROUND THEATER, se pueden disfrutar imágenes y visuales proyectados sobre la vista nocturna en una pantalla panorámica de 2 metros de altura. Si el clima no acompaña, se pueden usar auriculares de realidad virtual. Los boletos para el Tembo Deck o ambos, Tembo Deck y Tembo Galleria, están disponibles y se recomienda comprarlos anticipadamente en línea para evitar problemas. Y visita el Acuario Sumida o el Planetario Konica Minolta Tenku, ahí puedes comprar un boleto combinado llamado Sky Tree Enjoy Pack. Después de disfrutar de las impresionantes vistas desde los miradores de TOKYO SKYTREE, puedes explorar TOKYO SKYTREE TOWN, un complejo comercial y de entretenimiento que incluye Tokyo Solamachi, un acuario de clase mundial y un planetario. En Tokyo Solamachi, encontrarás más de 300 tiendas y restaurantes que ofrecen moda moderna, accesorios, reconocidas marcas japonesas y una amplia selección de souvenirs originales. Si eres fanático de los personajes japoneses, aquí encontrarás todos tus favoritos. Puedes visitar las tiendas de Studio Ghibli, Pokemon, Hello Kitty y Ultraman para adquirir artículos de edición limitada. Si tienes hambre, puedes disfrutar de dulces tradicionales japoneses o probar la deliciosa cocina japonesa. Tienes opciones como anguila, tempura y monja-yaki, una sabrosa tortita de Tokio rellena de carne y verduras. Esta fue la vivencia de Santiago en el punto más alto de Tokio. Aunque es costoso, merece la pena ascender. Hay dos opciones para subir, hasta el primer mirador o hasta el mirador más alto. Con el primero es suficiente. La torre Skytree es imponente desde la base, y afuera puedes tomar excelentes fotos y sentirte pequeño como una hormiga. En el interior, hay un centro comercial muy agradable con tiendas de ropa, cafés y restaurantes. Para acceder a la torre, debes pagar y hacer una fila larga, pero generalmente avanza rápidamente. Es recomendable verificar las condiciones meteorológicas de Tokio antes de ir, ya que vale la pena subir si el día está despejado, así podrás disfrutar de una vista panorámica de toda la ciudad de Tokio e incluso divisar el monte Fuji. Sugiero ir en horas de la tarde para presenciar la ciudad de día, el atardecer y luego ver cómo se ilumina gradualmente al caer la noche. Fue una de las mejores experiencias que tuve durante mi visita a Tokio. La recomiendo al 100%

Asakusa

El distrito de Asakusa, conocido como el antiguo shitamachi o el barrio más tradicional y antiguo de la ciudad, sufrió grandes daños durante los ataques aéreos durante la Segunda Guerra Mundial. Como resultado, gran parte de la zona cercana al templo Sensoji, que es el ícono de Asakusa, fue completamente reconstruida después de la guerra. A pesar de esto, el barrio sigue siendo encantador debido a su ambiente tradicional, sus templos, sus vistas al río y su gran cantidad de tiendas y restaurantes. Asakusa es comúnmente llamado el shitamachi, que significa «ciudad baja» en la capital de Japón. Por lo tanto, se considera uno de los barrios más tradicionales de Tokio, en parte debido a su historia como un lugar de entretenimiento durante el período de Edo (1603-1868). Al visitar Asakusa, puedes explorar el Templo Sensoji, el Santuario Asakusa, el salón Chingodo, la Calle Shin-Nakamise, el Centro de Información Turística de Asakusa, la Calle Hoppy, Marugoto Nippon, el Parque de Atracciones Hanayashiki, la Calle Kappabashi, el Parque Sumida y realizar cruceros por el río. También puedes visitar la Torre de Cerveza Asahi y el Salón de Cerveza Asahi, disfrutar de actuaciones de Rakugo (historias cómicas tradicionales) y visitar el Taikokan (museo de instrumentos musicales japoneses). Asakusa cuenta con una amplia selección de bares, restaurantes e izakayas, por lo que encontrar un lugar para comer no será un problema. En los izakayas, como mencionamos antes, encontrarás una variedad de opciones a precios razonables, mientras que en los restaurantes destacan la tempura y los platos de anguila (unagi). Algunos lugares recomendados incluyen el tempura de Daikokuya (pero prepárate para esperar mucho tiempo para entrar) y el unagi de Irogawa, por mencionar solo dos ejemplos. Si no sabes dónde comer, puedes dirigirte al edificio Ekimise, justo enfrente de la estación, que alberga una variedad de restaurantes y opciones gastronómicas, o visitar el centro comercial Marugoto. En cuanto a las tiendas de dulces tradicionales, te recomendamos probar el anmitsu o el dorayaki de Umezono (fundada en 1854), el helado de matcha de Suzukien, el sakura-mochi de Chomeiji Sakuramochi o el meron-pan de Asakusa Kagetsudo (desde 1945). Si dispones de tiempo, te recomendamos visitar el Kamiya Bar, uno de los bares más antiguos de Japón, que abrió sus puertas en el mismo lugar en 1880. ¡Es un lugar histórico que vale la pena experimentar!

Gran Buda de Ueno

La estatua conocida como el Gran Buda de Ueno o Ueno Daibutsu era una impresionante figura de bronce de un Buda sentado que fue creada originalmente en 1631. A lo largo de los años, la estatua del Gran Buda de Ueno sufrió daños debido a terremotos e incendios, especialmente durante el Gran Terremoto de Kanto en 1923. Durante este desastre, la cabeza de la estatua se cayó y, posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, fue fundida y utilizada para contribuir al esfuerzo bélico. En 1972, se tomó la decisión de exhibir la única parte que aún existía del antiguo Gran Buda de Ueno, que era su rostro, en el parque de Ueno. En la actualidad, en ese lugar encontrarás un pequeño altar con varias paredes de tablillas ema, en las cuales puedes escribir tus deseos dirigidos al Buda. En el sitio original donde se encontraba la estatua del Gran Buda de Ueno, se erigió una pagoda tradicional que marca exactamente la ubicación de la antigua estatua.

Santuario Ueno Toshogu

El santuario Ueno Toshogu es otro de los edificios que logró mantenerse en pie después de la batalla de Ueno. Fue construido inicialmente en 1616 y posteriormente renovado en 1651 por orden del tercer shogun, Iemitsu Tokugawa. Durante la renovación, el santuario fue adornado con grandes cantidades de pan de oro, convirtiéndose en uno de los santuarios más opulentos de Tokio. Entre los aspectos destacados del santuario se encuentran los muros Sukibei, construidos originalmente en 1651, que rodean el recinto y están decorados con criaturas terrestres. Además, la puerta de estilo chino Karamon, también de 1651, merece la pena ser admirada por sus hojas doradas y preciosas decoraciones con forma de flores y pájaros en las puertas, así como dragones en los pilares. También es notable la presencia de pilares y puertas cubiertos de hojas doradas, así como techos decorados con lacados y tallas de madera en el santuario. Por último, el jardín de peonías Botan-en es una visita interesante, abierto desde el 1 de enero hasta mediados de febrero, y nuevamente desde mediados de abril hasta mediados de mayo. Este jardín fue establecido en 1980 como un símbolo de amistad entre Japón y China, ya que las peonías son flores originarias de la antigua China. El camino que lleva al santuario está marcado por un gran torii y alrededor de 50 lámparas de bronce. La entrada al santuario es gratuita.

Templo Kiyomizu Kannon-do

Uno de los edificios originales que sobrevivieron a la batalla de Ueno durante el periodo Edo es el templo Kiyomizu Kannon-do. Este templo fue construido en 1631 como parte del templo Kaneiji y se inspiró en el hermoso balcón de madera del famoso templo Kiyomizudera en Kioto, de donde proviene su nombre. El templo Kiyomizu Kannon-do es especialmente popular entre mujeres y parejas que desean tener hijos, ya que alberga la imagen sagrada de Kosodate Kannon, la deidad de la concepción. Por lo tanto, si deseas tener hijos o conoces a alguien que lo desee, aquí puedes adquirir un amuleto específico, que sería un regalo ideal. Desde el balcón de madera del templo Kiyomizu Kannon-do, se puede disfrutar de hermosas vistas de los mil cerezos del parque de Ueno, convirtiéndolo en un lugar muy popular para contemplar la belleza de los cerezos en flor durante el mes de abril.

Museo Nacional de Ciencia de Japón

Conocido localmente como «Kahaku», este museo es una joya para los entusiastas de la ciencia, ofreciendo una visión profunda del mundo natural y la relación del ser humano con él. Desde su inauguración en 1877, el Kahaku se ha dedicado a fomentar la educación y el interés público en las ciencias naturales. Con una impresionante colección que abarca desde la biología y la física hasta la arqueología y la etnología, el museo presenta una narrativa fascinante de la evolución, el cosmos, la tecnología y las diversas culturas que conforman nuestro planeta. Una de las principales atracciones es la exhibición de dinosaurios, donde esqueletos imponentes y reconstrucciones detalladas transportan a los visitantes a una era prehistórica. No menos impresionante es la sección de ciencias de la vida, que alberga una variedad de especímenes que destacan la biodiversidad de nuestro mundo. El Kahaku también se adentra en la esfera de la ciencia contemporánea y la tecnología. Las exposiciones interactivas sobre temas como la robótica, la energía y el espacio invitan a los visitantes a reflexionar sobre el impacto y las posibilidades del progreso científico. Más allá de las exposiciones, el museo ofrece espacios como el Teatro del Cielo y el Espacio, donde se pueden observar espectáculos sobre el universo, y el Jardín Japonés, que permite a los visitantes relajarse y conectarse con la naturaleza. Es una experiencia enriquecedora que combina aprendizaje con asombro, y sin duda, deja una impresión duradera en todos aquellos que cruzan sus puertas.

Museo Nacional de Arte Occidental

En el Museo Nacional de Arte Occidental, ubicado en el Parque Ueno, se exhiben diversas obras de arte clásico occidental y del japonismo, que son interpretaciones del arte japonés realizadas por artistas occidentales como Degas y van Gogh. El museo en sí mismo es una obra de arte, ya que su edificio principal fue diseñado por el renombrado arquitecto francés Le Corbusier. La colección del museo incluye 58 obras de Rodin, la colección Matsukata y refleja la visión de Le Corbusier tanto en su interior como en su exterior. En 2016, el museo fue reconocido como el vigésimo Patrimonio Mundial de la UNESCO en Japón, siendo el primero en Tokio, gracias a la estructura diseñada por Le Corbusier. Le Corbusier es considerado uno de los arquitectos más famosos del siglo XX, y 17 de sus creaciones forman parte de la lista de la UNESCO, siendo el museo el único en Asia. Muchas de las características distintivas del trabajo de Le Corbusier se pueden apreciar rápidamente en el edificio, como los ventanales y la disposición variable de las alturas en una misma habitación. Sin embargo, también hay otros rasgos más sutiles pero igualmente importantes en su diseño, como la creación de espacios amplios e íntimos basados en el concepto clave de Le Corbusier, el Modulor. Cuando Le Corbusier diseñó el edificio, tuvo en cuenta la necesidad de que el museo pudiera expandirse a medida que su colección de obras creciera. En 1959, poco después de finalizar la construcción, sus previsiones se cumplieron y se requerían más espacios. Kunio Maekawa, Junzo Sakakura y Takamasa Yoshizaka fueron tres arquitectos japoneses que aprendieron de Le Corbusier. Sakakura Associates fue responsable de la construcción de la sala de conferencias y del edificio de oficinas en 1964, así como de la oficina de entradas en 1984. Por su parte, Maekawa Associates se encargó del nuevo anexo en 1979. La colección Matsukata es la exhibición permanente del museo y reúne las obras que Kojiro Matsukata coleccionó durante más de 40 años. Kojiro era el tercer hijo de Masayoshi Matsukata, un influyente político de la era Meiji y dos veces primer ministro de Japón. Matsukata adquirió más de 10,000 obras de arte, la mayoría de ellas provenientes de Europa, que habían sido confiscadas por Francia después de la Segunda Guerra Mundial. En 1959, el gobierno francés las devolvió a Japón, lo que condujo a la construcción del museo con el propósito de albergarlas. Gran parte de la colección, que incluye más de 4,500 obras maestras, abarca desde el arte gótico y renacentista de los siglos XIV al XVI, el barroco del siglo XVII, el rococó del siglo XVIII, hasta el arte de los siglos XIX y XX, incluyendo el arte moderno. Entre todos los artistas, dos destacan en particular. El primero es Claude Monet, quien era un amigo íntimo de Matsukata. La obra más famosa de Monet expuesta en el museo es Los Nenúfares. En una ocasión, Monet ofreció a Matsukata elegir las obras que más le gustaran de su estudio en Giverny, y Matsukata compró 18 de ellas. El otro destacado artista es Auguste Rodin. El museo cuenta con 86 obras del célebre escultor francés, de las cuales más de la mitad son esculturas. Muchas de ellas se encuentran expuestas en el exterior del museo, siendo las dos más famosas las esculturas de bronce El pensador y La puerta del Infierno. Una vez finalizada la visita al Museo Nacional de Arte Occidental, puedes explorar otros museos ubicados en el Parque Ueno, así como el Zoológico de Ueno y el Templo Kaneiji. Además, en las proximidades del museo, hay varios santuarios y templos que vale la pena visitar, como el Santuario Nezu-jinja, el Ueno Toshogu, el Yushima Tenmangu y el Kanda-jinja. Si estás interesado en disfrutar de una comida deliciosa y encontrar algunas gangas para comprar, te recomiendo visitar Ameyoko, un lugar perfecto para satisfacer esas necesidades.

Museo Nacional de Tokio

Con una colección que cuenta con más de 110.000 objetos, incluyendo 89 (hasta marzo de 2019) Tesoros Nacionales de un valor incalculable, el Museo Nacional de Tokio ostenta el título de ser el museo más antiguo de Japón. Cada uno de los edificios que conforman el museo podría considerarse un museo en sí mismo, por lo que es recomendable llegar temprano al parque Ueno y reservar un día completo para disfrutar de la amplia variedad de las 3.000 piezas expuestas. El emblemático edificio principal, conocido como Honkan, ofrece una panorámica completa del arte y la historia de Japón. En sus salas se pueden apreciar obras de arte budista, espadas samuráis, trajes de kabuki, elaborados trabajos en metal y mucho más, con una excelente información disponible en inglés. El Toyokan amplía esta perspectiva hacia el resto de Asia, exhibiendo objetos de arte y artefactos arqueológicos provenientes de China, India y otros países. Por su parte, el Heiseikan alberga la Galería de Exposiciones Especiales, la Galería de Arqueología Japonesa y la Sala de Exposiciones Temáticas. Por último, se encuentra la Galería de Tesoros Horyuji, donde se exhibe una colección de más de 300 tesoros budistas provenientes del templo Horyuji de Nara. En las cercanías del museo, se pueden encontrar tiendas y cafeterías para hacer una pausa. Durante la primavera y el otoño, es posible visitar el jardín de estilo japonés tradicional del museo y disfrutar de las casas de té allí presentes.

Templo Senso

El templo Senso-Ji, ubicado en el barrio de Asakusa, es uno de los destinos espirituales más populares y visitados del mundo, atrayendo a más de 30 millones de visitantes cada año. Según la leyenda, este templo fue fundado en el año 645 por los hermanos Hinokuma no Hamanari y Hinokuma Takenari, dos pescadores que descubrieron una estatua de Guanyin, la deidad a la que está dedicado el templo, en el río Sumida el 18 de marzo de 628. El jefe de la aldea, Haji no Nakamoto, reconoció la importancia de la estatua y decidió guardarla en su propia casa, convirtiéndola en un pequeño santuario al que los aldeanos podían acudir para venerar a Guanyin. Para aquellos no familiarizados con el budismo, Guanyin es el nombre de una figura femenina cuya pronunciación puede resultar difícil para los occidentales, y representa a un espíritu iluminado conocido por su compasión y misericordia. Desde su fundación, el templo ha sido considerado uno de los lugares más sagrados de Japón y ha experimentado diversas expansiones a lo largo de los siglos. En su forma actual, presenta un magnífico complejo de pagodas, la mayoría de las cuales datan de los siglos XVII y XVIII, cuando Tokio (entonces conocida como Edo) era la ciudad más importante del imperio. El templo continuó expandiéndose cuando Tokio se convirtió en la capital de Japón, y en 1890 se construyó una torre en la parte occidental que albergaba el primer ascensor del país. A lo largo de los años, el templo original, construido en su mayoría de madera, sufrió numerosos colapsos e incendios. También sufrió graves daños durante el Gran Terremoto de Kant? en 1923 y estuvo a punto de ser destruido durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, gracias a generosas donaciones privadas, fue reconstruido fiel a su origen. Por completo en hormigón armado. Además, el templo se independizó de la escuela budista Tendai después de la Segunda Guerra Mundial. Un dato interesante es que en el patio del templo se puede observar un árbol que fue alcanzado por una bomba durante los bombardeos aéreos de 1945, pero que logró crecer nuevamente dentro del tronco quemado. Este árbol es considerado un símbolo del renacimiento del pueblo japonés y del propio templo.

Puerta Hozomon

Al final de la calle Nakamise, encontramos la segunda puerta de acceso al templo Sensoji, conocida como la puerta Hozomon. Originalmente, esta puerta se llamaba puerta Niomon y era la entrada principal del templo. Al igual que la puerta Kaminarimon, la puerta Hozomon también cuenta con dos estatuas guardianas que se dice fueron modeladas en la década de 1960 a semejanza de los luchadores de sumo Myobudani Kiyoshi (a la derecha) y Kitanoumi (a la izquierda). Las enormes alpargatas de paja waraji que se pueden ver al otro lado de la puerta fueron creadas por los habitantes de Murayama, en la prefectura de Yamagata. Estas alpargatas fueron entregadas al templo como muestra de agradecimiento por permitir que un escultor de su ciudad se encargara de las estatuas protectoras de la puerta. Las alpargatas se cambian cada pocos años y pesan 2,5 toneladas cada una. ¡Así que asegúrate de que no te caigan encima!

Puerta Kaminarimon

Existen varias formas de llegar al templo Sensoji, pero la más común y recomendada es cruzar la puerta de los truenos, conocida como Kaminarimon. Esta puerta, que se encuentra en el exterior del templo, es un verdadero símbolo del barrio de Asakusa y de la ciudad de Tokio. Su nombre oficial es Furaijinmon, derivado de los nombres de los dos dioses que se encuentran a ambos lados de la entrada. La puerta, con una altura de 11,7 metros, fue construida en el año 942, aunque originalmente no estaba ubicada en su posición actual. Fue trasladada a este lugar en 1635, momento en el cual se agregaron las estatuas de Raijin y F?jin, los dioses del trueno y el viento respectivamente. A lo largo de la historia, la puerta ha sido destruida en múltiples ocasiones, y la estructura actual data de 1960. Esperamos que continúe en pie durante muchos años más. En la puerta Kaminarimon, hay cuatro estatuas de dioses de la mitología budista. En la parte frontal, encontramos a F?jin en el lado derecho o este, que es el dios del viento, y a Raijin, el dios del rayo, el trueno y las tormentas, ubicado a la izquierda, en el lado oeste. Además, en la parte posterior de la puerta se encuentran las otras dos estatuas: la del dios Tenry? a la derecha, en el lado este, y la diosa Kinry? a la izquierda, en el lado oeste. Sin embargo, el verdadero punto focal del Kaminarimon, que atrae a multitudes de turistas locales y extranjeros armados con cámaras en casi cualquier momento del día, es la enorme lámpara de papel con estructura de bambú. Esta hermosa lámpara tiene una altura de 4 metros y una circunferencia de 3,4 metros. Para que tengan una idea de su inmensidad, pesa 670 kilos. Bajo la lámpara, podemos apreciar un dragón tallado en madera, por lo que si visitan Asakusa y pasan por allí, no solo miren a los lados y a la lámpara, sino también debajo de ella. Esta puerta es especialmente interesante de ver durante el Sanja Matsuri, uno de los tres festivales sintoístas más importantes de Tokio, que se celebra el tercer sábado de mayo. Durante este festival, la puerta se llena de gente y podemos presenciar cómo la lámpara se «pliega» para permitir el paso de los participantes del festival que llevan consigo los mikoshi.

La calle Nakamise Dori

Al atravesar la puerta Kaminarimon, nos adentramos en la calle Nakamise o Nakamise-dori. Esta calle comercial, con una longitud de 250 metros, nos lleva desde la puerta Kaminarimon hasta la segunda puerta de acceso al templo, conocida como la puerta Hanzomon. En la calle Nakamise encontraremos un total de 89 pequeñas tiendas y puestos que ofrecen una amplia variedad de productos. Podemos encontrar desde recuerdos y souvenirs, como kimonos y abanicos, hasta delicias gastronómicas típicas de Asakusa, como las galletas ningyoyaki, los bollos agemanju y las galletas de arroz sembei. Esta calle es una de las más antiguas en términos de comercio en todo Japón y su origen se remonta al incremento de población que experimentó la ciudad de Tokio, entonces conocida como Edo, cuando el shogun Tokugawa Ieyasu asumió el poder y estableció su residencia en esta ciudad. Durante el período Edo, esta zona se desarrolló como una auténtica monzen-machi, un área de entretenimiento para los peregrinos que visitaban el templo Sensoji. Por lo tanto, no debes sentirte culpable si te encuentras mirando muchas tiendas o si terminas comprando más de lo planeado, ya que esto es una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años. Aquí encontrarás tiendas de todo tipo de recuerdos y souvenirs, como yukata (kimono ligero), kanzashi (ornamentos para el cabello tradicionales), abanicos, muñecas japonesas y una amplia variedad de recuerdos turísticos, como postales e imanes. Además, también encontrarás puestos que venden galletas de arroz sembei y otros dulces típicos de la zona, como agemanju y ningyoyaki, que son bizcochos rellenos de pasta de judía roja. Vale la pena mencionar que las persianas de los comercios están decoradas de acuerdo con las estaciones del año, lo cual brinda un agradable paseo incluso cuando las tiendas están cerradas. Podrás disfrutar de un paseo más tranquilo, sin la aglomeración de turistas realizando compras, y además apreciar la decoración en las persianas de las tiendas. En los alrededores de la calle Nakamise también encontrarás numerosas tiendas de recuerdos y objetos tradicionales, como kimonos, abanicos y cerámica. Esta área evoca la auténtica atmósfera de un «shitamachi», el antiguo centro de la ciudad. Te recomendamos también visitar la calle durante la noche. En ese momento, cuando las tiendas están cerradas, podrás apreciar los hermosos diseños y decoraciones en las cortinas metálicas de los establecimientos.

Salón Chingodo

El Salón Chingodo forma parte del complejo más amplio del Templo Senso-ji, el templo budista más antiguo de Tokio, que data del siglo VII. Chingodo, establecido en el siglo XIX, es un santuario dedicado específicamente al espíritu del Tanuki. Este lugar de culto se erigió para aplacar a los espíritus de los Tanuki y asegurar protección contra incendios y desastres, una preocupación constante en las densas áreas urbanas de Japón a lo largo de la historia. El Tanuki, a menudo confundido con un mapache o un perro mapache, es en realidad un tipo de perro salvaje nativo de Japón. En el folclore japonés, el Tanuki es conocido por ser travieso y poseer poderes de transformación, capaz de metamorfosearse en seres humanos, otros animales, o incluso objetos inanimados. Se le considera un símbolo de buena fortuna, prosperidad y protección. Al acercarte al Salón Chingodo, serás recibido por estatuas sonrientes de Tanuki. Estas estatuas, con sus grandes vientres y sombreros de paja, no solo son irresistiblemente fotogénicas sino que también simbolizan la hospitalidad y la buena suerte. Los visitantes a menudo frotan el vientre de las estatuas esperando traer fortuna y felicidad a sus vidas. Una característica notable del Tanuki es su estómago prominente, que según la leyenda, puede ser usado como un tambor. Además, los Tanuki son a menudo retratados sosteniendo una botella de sake, reflejando su amor por la fiesta y la indulgencia, así como su papel en promover la camaradería y la buena voluntad. Visitar el Salón Chingodo es sumergirse en un aspecto único de la cultura japonesa que celebra tanto la espiritualidad como el humor. Es un recordatorio de la importancia de la alegría y la suerte en nuestras vidas y de cómo la tradición y el folclore pueden ofrecer protección y guía.

Calle Shin-Nakamise

Esta calle comercial cubierta es un vibrante corredor de compras que se extiende desde las cercanías del Templo Senso-ji. Shin-Nakamise ofrece una experiencia de compra diversa, desde recuerdos tradicionales japoneses hasta moda moderna, complementada con cafés y dulcerías que sirven delicias locales como taiyaki y dorayaki.

Asakusa Chikagai

El Asakusa Chikagai (Centro Comercial Subterráneo de Asakusa) se encuentra cerca de la estación de Asakusa, brindando una experiencia de compra conveniente para los visitantes. Aquí, los viajeros pueden encontrar una amplia gama de productos, incluidos artículos de moda, souvenirs y especialidades gastronómicas japonesas, todo bajo un mismo techo.

Centro de información turística de Asakusa

El Centro de Información Turística de Asakusa, una estructura moderna y elegante diseñada por el renombrado arquitecto Kengo Kuma, se ha convertido en un punto de referencia en sí mismo. Además de proporcionar información valiosa a los turistas, el edificio ofrece impresionantes vistas panorámicas de Asakusa desde su terraza, incluyendo el Templo Senso-ji y el Tokyo Skytree.

Ichikawa danjuru IX statue

Esta estatua rinde homenaje a uno de los actores de kabuki más célebres y respetados de la historia japonesa, Ichikawa Danjuro IX, y se ha convertido en un punto de referencia cultural en este vibrante distrito. La Estatua de Ichikawa Danjuro IX se encuentra cerca del emblemático Templo Senso-ji, en el área de Asakusa, un lugar profundamente arraigado en la tradición y la historia japonesas. La estatua capta la presencia imponente y el espíritu artístico de Danjuro, un actor que dejó una marca indeleble en el mundo del teatro kabuki. Ichikawa Danjuro IX (1838-1903) fue un miembro destacado de la famosa familia Ichikawa, una dinastía de actores de kabuki que ha producido varias generaciones de intérpretes prominentes. Es recordado por su extraordinaria habilidad en el escenario, su versatilidad y la pasión que infundía en cada uno de sus roles, desde héroes valientes hasta villanos maquiavélicos. Danjuro IX es conocido por introducir numerosas innovaciones en el teatro kabuki, incluyendo mejoras en el maquillaje y en las técnicas de actuación. Su enfoque en la autenticidad y el realismo ayudó a elevar el arte del kabuki a nuevos niveles. La estatua también hace honor a Arashi Rikan, otro famoso actor de kabuki y contemporáneo de Danjuro IX. Juntos, son celebrados por su contribución al «Shin Kabuki» o «Nuevo Kabuki», marcando una era de renacimiento para esta forma de arte tradicional japonesa. Visitar la Estatua de Ichikawa Danjuro IX ofrece no solo la oportunidad de rendir homenaje a una figura icónica del teatro japonés sino también de reflexionar sobre la rica tradición cultural de Asakusa y el kabuki. La estatua es un recordatorio de la profunda influencia del kabuki en la cultura japonesa y de su continua relevancia en el mundo moderno

Hanayashiki

Como el parque de atracciones más antiguo de Japón, Hanayashiki ha estado deleitando a los visitantes desde 1853 con su mezcla de atracciones retro y modernas. A pesar de su tamaño compacto, el parque ofrece montañas rusas, carruseles y atracciones espeluznantes, junto con la oportunidad de disfrutar de un pedazo de la historia de Tokio.

Calle Hoppy

Nombrada por la popular bebida Hoppy, similar a la cerveza, la Calle Hoppy es sinónimo de la cultura izakaya de Tokio. Los visitantes pueden sumergirse en el ambiente local, disfrutando de platos callejeros y bebidas en los numerosos bares y restaurantes al aire libre que bordean esta calle animada.

Marugoto Nippon

Este complejo comercial y cultural celebra lo mejor de Japón, desde su artesanía tradicional hasta su gastronomía regional. Con cuatro pisos dedicados a productos de todo el país, Marugoto Nippon es un destino imperdible para los entusiastas de la cultura japonesa que buscan llevarse a casa un pedazo auténtico de Japón.

Calle Kappabashi

Conocida como la «Calle de los utensilios de cocina», Kappabashi es el sueño de los chefs y aficionados a la cocina. Aquí, los visitantes pueden encontrar todo, desde cuchillos de cocina de alta calidad hasta vajilla de cerámica y plástico de alimentos tan realista que te hará mirar dos veces.

Asahi Beer Tower y Asahi Beer Hall

La Asahi Beer Tower y el Asahi Beer Hall son dos de los edificios más icónicos de Asakusa, fácilmente reconocibles por su arquitectura única. La Asahi Beer Tower alberga la sede de Asahi Breweries, con su exterior dorado y forma de vaso de cerveza, diseñada por el famoso arquitecto francés Philippe Starck. Junto a ella, el Asahi Beer Hall, conocido por los locales como la «Llama Dorada», presenta un diseño atrevido con una estructura en la azotea que se asemeja a la espuma de la cerveza. La torre tiene 22 pisos y alcanza una altura de 100 metros. El «Super Dry Hall», parte del Asahi Beer Hall, ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de una cerveza Asahi Super Dry mientras disfrutan de las vistas del río Sumida y del paisaje urbano de Tokio.

Kamiya Bar

El Kamiya Bar, el bar más antiguo de Tokio, fundado en 1880, es famoso por servir «Denki Bran», un cóctel de brandy único de la casa. Este establecimiento histórico ofrece una atmósfera nostálgica que transporta a los visitantes a otra época, permitiéndoles disfrutar de una amplia gama de bebidas alcohólicas y platos japoneses. Denki Bran, cuya traducción es «brandy eléctrico», es una mezcla de brandy, vino, hierbas y especias, servido tanto en Kamiya Bar como disponible en botellas para llevar.

Sakusa Kagetsudo

Asakusa Kagetsudo es famoso por sus «jumbo melonpan», una versión gigante del tradicional pan de melón japonés. Desde 1945, este establecimiento ha estado horneando estos dulces, crujientes por fuera y suaves por dentro, atrayendo tanto a locales como a turistas. Además de su tienda principal en Asakusa, Kagetsudo ha expandido su presencia en Tokio, pero el melonpan de Asakusa sigue siendo un favorito por su frescura y sabor auténtico.

Asakusa Okonomiyaki Sometaro

Asakusa Okonomiyaki Sometaro ofrece una experiencia auténtica de okonomiyaki en un entorno tradicional. Los comensales cocinan su propia comida en planchas de hierro ubicadas en cada mesa, eligiendo entre una variedad de ingredientes para personalizar su plato. Sometaro, que ha estado operando desde 1937, es conocido por su ambiente Showa-era y su estructura de madera, proporcionando una experiencia culinaria japonesa inmersiva.

Daikokuya Tempura

Daikokuya Tempura es una institución en Asakusa, reconocida por su exquisita tempura y especialmente por su tendon, un plato de tempura sobre arroz con una salsa especial. Este restaurante ha sido un pilar de la gastronomía local desde su fundación en 1887, ofreciendo a los comensales una experiencia culinaria que destaca por la frescura y calidad de sus ingredientes. Fundada en 1887, Daikokuya Tempura posee un ambiente tradicional japonés, con una decoración que transporta a los visitantes a épocas pasadas, ofreciendo tanto asientos en el mostrador como en mesas.

Kaminarimon Sansada

Ubicado cerca de la famosa puerta Kaminarimon, que sirve de entrada al templo Senso-ji, Kaminarimon Sansada es un restaurante especializado en soba, los fideos de trigo sarraceno japoneses. Este lugar es conocido por preparar sus fideos frescos diariamente y servirlos en diversas formas, ya sea fríos con una salsa para mojar o calientes en un caldo nutritivo. Reconocido por su accesibilidad y sabor auténtico, es un favorito tanto de locales como turistas. Ofrece una variedad de platos de soba, incluyendo opciones con tempura, pato, y vegetales de temporada.

Kamiya Bar

El Kamiya Bar, el bar más antiguo de Tokio, fundado en 1880, es famoso por servir «Denki Bran», un cóctel de brandy único de la casa. Este establecimiento histórico ofrece una atmósfera nostálgica que transporta a los visitantes a otra época, permitiéndoles disfrutar de una amplia gama de bebidas alcohólicas y platos japoneses. Denki Bran, cuya traducción es «brandy eléctrico», es una mezcla de brandy, vino, hierbas y especias, servido tanto en Kamiya Bar como disponible en botellas para llevar.

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